Natasha Ednan-Laperouse, una adolescente británica de 16 años, comió una baguette en el aeropuerto de Londres y se murió por ser alérgica a uno de los componentes. A raíz del escándalo que desató el caso, la cadena británica de comidas rápidas Pret a Manger anunció nuevas medidas para detallar en los paquetes de sus productos los componentes.
El director de la empresa, Clive Schlee, aclaró que a partir de noviembre enumerará todos los ingredientes -incluidos los alérgenos- que contienen sus comidas. «Espero que esto nos ayude a impulsar el cambio en la industria para que las personas con alergias estén tan protegidas e informadas como sea posible», sostuvo.
La adolescente sufrió una mortal reacción alérgica en un avión de British Airways, tras comer un sándwich que acababa de comprar en el aeropuerto de Heathrow, en 2016. Pero no sabía que contenía semillas de sésamo, algo que tenía prohibido en su dieta por su salud.
En el paquete no figuraba los ingredientes, ya que las regulaciones alimentarias de Reino Unido no sostienen que es obligatorio. Solo los restaurantes y los establecimientos que venden productos envasados tienen la obligación de informar a los clientes si alguno de los 14 alérgenos peligrosos más comunes, como el maní o la leche, están presentes en sus comidas.
La muerte de Natasha provocó una gran atención mediática, ya que en los últimos días se confirmó que la jóven murió por un «choque anafiláctico» causado por las semillas de sésamo que tenían el pan de su sándwich…
