Las zonas de realces de lluvia y de nieve no son causadas por las emisiones de la aeronave, sino que son la consecuencia peculiar de que las alas de las aeronaves pasan a través de nubes de gotas de agua superenfriadas en capas de nubes sobre una capa de lluvia o nieve activa.
Bajo las condiciones adecuadas, este efecto puede aumentar la lluvia y las tormentas de nieve en los aeropuertos, donde muchos aeroplanos se cruzan con la capa de nubes en la aproximación y el descenso.
“Lo interesante de esta característica es que es causada por aeronaves, pero no es causada por la contaminación“, dijo Dimitri Moisseev, investigador de la Universidad de Helsinki y del Instituto Meteorológico de Finlandia y autor principal del nuevo estudio en Journal of Geophysical Research: Atmospheres de la AGU. “Incluso si hubiera aviones absolutamente ecológicos, que no tuvieran combustión, ni combustible ni nada, todavía esto sucedería”.
Aunque las bandas de precipitación realzadas se crean artificialmente, el proceso físico iniciado por el paso de los aviones puede ocurrir naturalmente, lo que los convierte en laboratorios útiles para estudiar la formación de precipitaciones, según Moisseev.
Observarlos puede ayudar a los meteorólogos a “evitar” condiciones naturales de lluvia y nieve a 2 – 6 horas en el futuro, lo cual es esencial para las operaciones del aeropuerto.
Moisseev descubrió curiosas zonas de precipitaciones intensas en exploraciones de la antena de radar del campus en la Universidad de Helsinki Kumpula. Los parches antinaturalmente rectos de precipitaciones intensas aparecieron sobre un fondo de lluvia más ligera o nieve y parecieron inclinarse hacia el cercano aeropuerto Helsinki-Vantaa.
Sus formas se veían intrigantemente como la inversa de las formaciones de nubes agujero, o nubes con canales despejadas, etc., fenómenos que pueden ocurrir cuando los aviones vuelan a través de nubes de gotas de agua que están más frías que 0 ºC y las gotitas no están congeladas.
El nuevo estudio demuestra que un fenómeno similar puede mejorar o provocar la lluvia o la nieve de las capas de nubes subyacentes a estas capas de nubes superenfriadas.
Nubes y el paso de aviones: efectos y cambios locales en las alas
Tanto pequeñas gotas de agua como cristales de hielo forman nubes. El agua pura puede permanecer líquida hasta -40 ºC sin partículas de polvo u otras superficies adecuadas presentes para la cristalización de las semillas en hielo. Por lo tanto, las gotas de agua que se condensan en nubes pueden estar mucho más frías que el punto de congelación típico de 0 ºC. Estas nubes líquidas sobreenfriadas son comunes en las capas de nubes de niveles bajos a medio.
Los cambios en la presión del aire de los aviones que pasan pueden hacer que estas gotas de agua subenfriadas se congelen para formar cristales de hielo. El aire se expande bruscamente como consecuencia de las puntas del ala y la hélice, lo que provoca una caída local dramática de la presión y la temperatura. Dentro de una nube de gotas de agua que ya está sobreenfriada entre -15 y -20 ºC, el avión que pasa puede bajar la temperatura por debajo de -40 ºC y favorecer la formación de cristales de hielo…