Maritza Mamani, de 16 años, no sabe cómo lucen las nubes ni cómo flotan ligeras frente a la ventanilla durante el primer vuelo en avión de su vida. Ahora, sin embargo, conoce esa sensación de despegar los pies de la tierra, como si volara.
Ayer, poco antes de mediodía, un grupo de 53 personas de los centros de rehabilitación para personas ciegas Luis Braille y Santa Cecilia participó en un paseo pedagógico a bordo de un avión del Transporte Aéreo Militar (TAM). Para la mayoría fue la primera experiencia como pasajeros de una aeronave.
«Me dijeron que un avión es diferente a un automóvil, que es grande, tiene alas y hasta llantas (…). No recuerdo que me hayan contado cómo son las nubes o el cielo, pero me parece divertido", dice Mamani, que quiere ser profesora de braille.
Un bus partió después de las 10:15 de ayer de las instalaciones del TAM, en la avenida Montes, con destino al Aeropuerto Militar Bartolina Sisa. A las 11:10 los pasajeros hicieron el check in en el aeropuerto y un poco antes de mediodía abordaron la aeronave que sobrevoló El Alto, Tiwanaku, Tiquina y parte del lago Titicaca.
«Es un esfuerzo conjunto, con lo cual nosotros culminamos estas actividades programadas por ustedes. Muchas gracias por tomarnos en cuenta", afirma el director general de Transporte Militar, Julio César Villarroel Camacho.
Antes del paseo, el personal del TAM explica que la aeronave es un medio de transporte seguro; además, por norma, da las indicaciones para el momento del despegue, el vuelo y el aterrizaje. Las azafatas, preparadas para trabajar con personas con discapacidad, fueron un apoyo para los guías de las personas no videntes y describieron los paisajes por los que se sobrevoló.
El obstáculo: la burocracia
La iniciativa surgió de los centros de rehabilitación como parte de las actividades del Día Mundial del Bastón Blanco, que se conmemora el 15 de octubre, pero su realización se retrasó debido a ciertas circunstancias.
Para la directora de los centros de rehabilitación Luis Braille y Santa Cecilia, Nancy Valencia, la principal dificultad que enfrentan las personas ciegas es la burocracia. Comentó que se solicitó a otras líneas aéreas que cooperaran para llevar a cabo la misma experiencia, pero no fue posible.