Ibiza ya puede ser considerada Las Vegas de Europa. Lo que ocurre en Ibiza se queda en Ibiza, a menos que haya alguien que saque un teléfono móvil y lo grabe, que básicamente es algo que pasa siempre en este mundo en el que nos ha tocado vivir. Gente de todo el mundo llega a la isla con ganas de fiesta y algunas personas la siguen hasta en el avión.
Eso es lo que ocurrió en un vuelo de EasyJet que tenía que salir desde Luton (Inglaterra) a las 10 de la noche con destino a Ibiza el pasado 2 de agosto, y que, además, tuvo un retraso. Ibiza, principio de la noche y retraso. La receta perfecta para el desastre. Así, una pasajera que quiso empezar la fiesta antes de llegar a la isla y que subió al aparato con evidentísimos síntomas de embriaguez, se dedicó a bailar por el pasillo y luego escaló el asunto a realizar lap dances sobre varios hombres, llegando a sacar sus pechos.
Según explicó un testigo a Unilad, mientras que sus amigas se sentaron en la parte trasera del avión, ella se quedó delante con unos chicos que le invitaron a más alcohol. Luego procedió a dar volteretas por el pasillo, bailar sobre los hombres. «Era un desastre», explica, pero el problema vino a la hora de aterrizar.
«Todos estábamos hasta el gorro de ella pero no hubo lío», hasta que hubo que sentarse y abrocharse el cinturón, a lo que ella se negó. Una amiga tuvo que venir a por ella. De camino a su sitio, se dedico a dar golpecitos en la cabeza de los demás pasajeros a su paso. Hasta que una chica le dio un manotazo en el brazo. Y entonces el infierno se liberó…