La aerolinea española, Iberia, ha sorprendido esta semana anunciando un nuevo servicio de conexión en vuelo. Sorprendido, sobre todo, con el precio. Conectarse en los cielos costará cinco euros por cada cinco megas descargados. La compañía no ha avanzado aún otras tarifas más económicas, aunque asegura que habrá diferentes modalidades de acceso. Al menos 25 aviones de su flota estarían ya preparados para ofrecer esta conexión.
Es importante recordar que no es la primera vez que Iberia coquetea con la idea de conectarse a Internet en vuelo, pero hasta el momento las soluciones han sido muy limitadas (envío de e-mails) o no se han desplegado finalmente como servicio comercial. Este parece el primer intento serio de comenzar a dar acceso a bordo.
Pero el precio"¦
¿Por qué resulta tan cara la conexión en vuelo? Hay dos formas de llevar Internet a los aviones y las dos son bastante costosas. Por un lado está la posibilidad de ofrecer acceso mediante un sistema similar al que utiliza en EE.UU. la empresa Aircell (GoGo). Consiste en instalar antenas sobre el terreno que, en esencia, no son muy diferentes de una antena de telefonía móvil, solo que orientadas hacia el espacio aéreo.
Este sistema no funciona sobre el océano, obviamente, y sólo resulta práctico en grandes países con un número importante de vuelos internos. En Europa, con una reglamentación fracturada, costaría mucho más desplegar un servicio similar. Tiene además el inconveniente de ofrecer un ancho de banda muy limitado. En algunos vuelos, sobre todo los que unen San Francisco, Los Ãngeles, Nueva York y otras grandes ciudades la conexión puede llegar a ser desesperantemente lenta si varios pasajeros deciden usar simultáneamente el servicio. Es suficiente para usar twitter y navegar por la red -las imágenes se sirven muy comprimidas- pero no es equiparable en velocidad ni siquiera a una conexión móvil en tierra.
Por lo general en un vuelo de más de dos horas de duración se pagan cerca de 13 euros por conexión, ilimitada en tráfico. Se pueden comprar pases de 30 días por unos 25 euros que son interesantes para viajeros frecuentes. Aún con esos precios no está claro si la inversión realizada por Aircell para el despliegue del servicio será recuperada.
La otra forma de acceder es, evidentemente, por satélite. Este modo de acceso ha sido siempre el preferido de la industria aeronáutica, y el que más sentido tiene para el acceso en vuelo. Dependiendo del ancho de banda contratado el acceso puede llegar a ser suficientemente rápido, casi tanto como una conexión terrestre, incluso distribuido entre todo el pasaje.
Pero es un acceso muy caro, más aún que el que ofrece la tecnología de Aircell. Boeing y Lufthansa llegaron a un acuerdo para ofrecer el primer servicio comercial a gran escala en el año 2001 pero los ataques del 11 de septiembre y la posterior caída del tráfico aéreo congelaron el desarrollo. En 2003 retomaron sus planes junto a British Airways, ANA y otros operadores aéreos. Ofrecían un ancho de banda de 20 Mbps de descarga y unos 2 Mbps de subida con precios variables según tiempo de conexión. Conectarse de tres a seis horas, por ejemplo, costaba unos 20 dólares.
La recepción fue muy fría y en 2006 Boeing anunció la cancelación del proyecto. En cierto sentido se adelantó a su tiempo. Hoy, con smartphones y tabletas como compañeros de viaje, muchos más pasajeros habrían pagado. Otras compañías han entrado en el mercado desde entonces, principalmente Panasonic Avionics y OnAir. Estos son los servicios que usan ahora las líneas aéreas que ahora dan acceso por satélite en vuelo y previsiblemente las que usará Iberia para dar su conexión.
El precio varía según cada compañía pero en general el acceso no es nada económico. Una hora de acceso en FlyNet, el servicio de Lufthansa, cuesta 11 euros. El acceso ilimitado durante todo el vuelo es de 20 euros. La velocidad de conexión es de 6 Mbps para descarga y 1 Mbps a compartir con todo el pasaje. Turkish Airlines ha comenzado a ofrecer un servicio similar y por el momento es gratis pero una vez finalice el periodo de promoción habrá que comprar tarjetas prepago a un precio aún no revelado.
Emirates ofrece acceso con un sistema similar al de Iberia, pagando por tráfico consumido, aunque es mucho más económico. Para móviles 30 MB cuestan unos 5 dólares. 5 MB unos 2,75 dólares. Para equipos portátiles es posible comprar "pack" de 100 MB por unos 15 dólares.
Lo cierto es que a falta de ver todos los precios es demasiado pronto para saber si la oferta de Iberia será competitiva o no -lo mismo ofrecen la posibilidad de comprar acceso ilimitado a una buen precio- pero por el bien de todos los que volamos esperemos que lo sea. Si la industria aérea encuentra una recepción fría podría volver a frenar los proyectos de despliegue. Otra vez.