A primera vista parece tener poco sentido, pero a muchas aerolíneas les resulta conveniente, y en lugares en los que hay poca competencia, el consumidor tiene pocas opciones disponibles.
Es una de esas cosas que, por más explicaciones que nos ofrezcan, difícilmente parece tener sentido.
¿Por qué las líneas aéreas cobran más por un billete de ida que por uno de ida y vuelta en el mismo trayecto?
«Si estás volando a un aeropuerto pequeño, o cuando estás volando en una ruta internacional, comprar un boleto de un solo trayecto puede costarte lo mismo que adquirirlo ida y vuelta», le dice a BBC Mundo Alexandra Talty, especialista en la industria del turismo, quien frecuentemente escribe sobre viajes y finanzas personales para la revista estadounidense Forbes.
Cuando hay poca competencia, las aerolíneas prefieren que compres el boleto con regreso y te penaliza económicamente si no lo haces.
Más caro
BBC Mundo lo comprobó, entrando este martes a un conocido portal de compra de billetes aéreos y buscando el costo de un vuelo para el 1 de febrero próximo entre dos capitales latinoamericanas, con regreso el 14 de febrero.
El trayecto de ida y vuelta más barato en una aerolínea conocida de la región costaba US$644.
Pero en la misma ruta, si se compraba el trayecto de ida solamente, el más barato salía en US$666.
Así tiene más sentido para un consumidor que solo necesite el trayecto de ida, comprar el de ida y regreso, y simplemente botar a la basura la segunda mitad del boleto.
La lógica
Parte de la explicación para esta anomalía de precios se encuentra en el hecho de que adquirir un solo trayecto dificulta las tareas de planificación de las aerolíneas.
Al introducir más incertidumbre sobre cuando va a regresar el pasajero (presumiblemente comprando otro boleto de un solo trayecto), hace más complejo tomar decisiones sobre la disponibilidad de aviones y tripulaciones en el futuro para una ruta en particular.
Al cobrarle al cliente en cada trayecto la tarifa de un viaje de ida y regreso, la aerolínea se está cubriendo ante varias eventualidades que le podrían hacer perder dinero.
Por ejemplo, si el cliente decide comprar el pasaje de retorno en otra aerolínea, reduciendo el número de personas que viaja en un avión de la compañía en el viaje de regreso, la empresa en cualquier caso ve cubiertos los costos de ese pasajero «perdido».
La competencia
Y entonces, ¿es inevitable que tengamos que pagar siempre el billete de ida y vuelta, aunque busquemos solo un trayecto?
No necesariamente. En años recientes, a medida que se intensifica la competencia, van apareciendo más alternativas para el consumidor…