En enero del año 2015, Eileen Dube de Glendale, California, gastó $2268 en reservaciones en línea de vuelos de ida y vuelta desde Los Angeles a Washington, DC. para ella, su marido y sus dos hijas, para unas vacaciones a mediados de marzo. Cuando quiso seleccionar los asientos, solo encontró disponibles asientos en el medio y otros que requerían una tarifa adicional. "Me comuniqué con la aerolínea porque estaba segura de que debía haber un error, no partiríamos hasta dentro de más de 2 mese", comentó.
Dube recuerda que un agente de reservación de American Airlines le dijo que había "pagado por el viaje, no por el asiento" y le explicó que la aerolínea bloquea muchos asientos (para destinarlos a los viajeros frecuentes o para venderlos con un cargo adicional). Entonces, la agente le sugirió a Dube pagar un cargo adicional de $41 por persona para garantizar que ella y su marido pudieran sentarse con sus hijas, que en ese entonces tenían 8 y 12 años de edad, en el vuelo de 5 horas.
Dube se negó a pagar más y registró una queja en el sitio web de American.
Un agente de relaciones públicas de la aerolínea le escribió para decirle lo que el agente de reservas no le había mencionado: que en el check-in de American podrían ayudar a la familia para que pudieran sentarse juntos sin tener que pagar más. El día del vuelo de ida, los Dube se sentaron juntos en la última fila del avión y a pocos centÃmetros del baño, comentó.
American no es la única aerolínea que cobra la selección de asientos por adelantado. Si bien anteriormente era gratuito, actualmente hay que pagar por el asiento deseado. Afortunadamente, el impacto financiero que dicha política estaba teniendo en las familias llamó la atención del Congreso. En julio, se agregó lenguaje en la ley de reautorización de la Administración de Aviación Federal solicitando a las aerolíneas que aseguren que los niños de hasta 13 años de edad viajen sentados junto a un adulto o un niño mayor.
Sin embargo, todavía existen numerosos inconvenientes y situaciones indignantes que se deben enfrentar al volar en clase económica. Hubo un tiempo en el que las aerolíneas competían por los pasajeros intentando superarse unas a otras con cabinas más cómodas, mejor comida y cuidados del pasajero en general. Décadas de quiebras, la consolidación y la competencia entre los transportistas de bajo costo han transformado a la industria de las aerolíneas en una con un enfoque implacable en obtener beneficios y con poca consideración aparente acerca de la comodidad y conveniencia de los consumidores.
En la actualidad, como cualquier persona que vuela en avión sabe muy bien, los asientos de la clase económica son pequeños, los vuelos están repletos y los pasajeros pagan un gran número de tarifas en constante expansión por servicios que solían ser gratuitos. Permanecer de pie en largas filas para realizar el check-in, abordar y utilizar el baño (algunos han sido quitados para colocar más asientos) se ha convertido en una rutina. No sorprende que las quejas contra las aerolíneas en Estados Unidos hayan aumentado un 34% el año pasado en comparación con el 2014, según el Departamento de Transporte…