El diario estadounidense The New York Times llevó ayer a portada un amplio artículo sobre la corrupción en España en el que volvió a ridiculizar el aeropuerto de Castellón como "símbolo de derroche". La información aborda, entre otros asuntos, la gestión del expresidente de la Diputación, Carlos Fabra, y señala de las instalaciones aeroportuarias de Vilanova que "no ha conseguido atraer un solo vuelo desde que fue inaugurado en 2011" y cuenta con "una estatua en honor a Fabra que costó a los contribuyentes 500.000 dólare". No es ésta la primera vez que en la prensa nacional e internacional se desacredita al aeropuerto. Una infraestructura que, por otra parte, el sector turístico de Castellón destaca como vital para el impulso de la economía provincial.
Cabe recordar que la instalación acaba de recibir la aprobación del espacio aéreo por parte de la comisión de los ministerios de Fomento y Defensa, al igual que las mediciones de los sistemas de comunicación y seguridad que realizó el pasado febrero el avión de pruebas.
En el artículo también se afirma que los jueces españoles están investigando en la actualidad a unos mil políticos, e incide en el caso Bárcenas como paradigma de la corrupción. También denuncia los vínculos políticos con las cajas de ahorros como caldo de cultivo de la corrupción durante los años de expansión inmobiliaria y augura que la privatización de la sanidad podría tomar el testigo de las conductas delictivas en los próximos años.