Si eres de las personas que a menudo viajan en avión, seguramente te encuentras muy familiarizado con la palabra «turbulencias». En esta ocasión recolectamos algunos datos de Volando sin miedo para ofrecerte más información relacionada a este tema.
Una turbulencia es un fenómeno natural que nada tiene que ver con el correcto funcionamiento del avión.
La turbulencia es un fenómeno natural provocado por el cambio en la dirección y la velocidad de las corrientes de aire. Aunque desde la tierra podamos ver al cielo y observar que todo está muy calmado, en realidad, puede que allá arriba esté ocurriendo todo lo contrario.
Las corrientes de aire están en constante movimiento, pero pocas veces tienen un movimiento recto y ordenado. En algunas zonas, estas corrientes de aire presentan perturbaciones en forma de remolino que pueden dar la sensación de movimiento ondulatorio suave o verdaderamente pesado.
Aunque últimamente se ha generado un aumento en la cantidad de turbulencias durante los vuelos, principalmente causada por el cambio climático, lo más importante que debes saber, es que, experimentar una turbulencia no quiere decir que algo grave ocurre con el avión sino que, simplemente, éste se encuentra atravesando un medio turbulento "”como un auto en una avenida repleta de baches.
¿Cómo se clasifican?
Dependiendo la causa que la origina, las turbulencias se pueden clasificar en:
Turbulencia mecánica: cuando el aire roza con la superficie del suelo o con un obstáculo.
Turbulencia térmica: debido al encuentro de corrientes de aire caliente con corrientes de aire frío.
Ondas de montaña: cuando una masa de aire es obligada a ascender debido al encuentro con una montaña, por ejemplo.
Turbulencias en aire claro (TAC): suelen encontrarse a gran altitud, generalmente en la frontera de las masas de aire que circulan a determinada velocidad, como las corrientes de chorro…