El avión, de la aerolínea doméstica Loong Air, acababa de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Hohhot Baita, en Mongolia Interior, China. Había llegado proveniente de Tangshan, provincia de Hebei, tras un vuelo tranquilo.
Sin embargo, como las puertas estaban cerradas y ya habían removido las escaleras por las que bajaron los pasajeros, un trabajador de pista pensó que la aeronave estaba a punto de despegar. Entonces, para cumplir con el protocolo, retiró las cuñas de seguridad de las ruedas.
En cuestión de segundos, el avión empezó a desplazarse hacia atrás. Podría haber sido una tragedia, pero el empleado se dio cuenta y empezó a correr.
Posicionándose detrás de la rueda delantera, comenzó a empujar con sus propias manos para detener al inmenso aparato. Luego colocó las cuñas para ayudarse y así logró pararlo…