Paso mucho tiempo en aviones y me he vuelto ultra sensible a cambios que pueden mejorar significativamente la experiencia del viaje. No hablo de grandes innovaciones como unas aeronaves más grandes, más estables, cómodas, y menos dañinas para el medioambiente, que tanto Airbus como Boeing han lanzado en los últimos años.
Mi interés está puesto en los cambios pequeños y simples "“como troquelar el papel de un envoltorio para hacer cortes recto"“, que uno se pregunta por qué no se hicieron mucho antes.
Alerones en los asientos: al proporcionar un apoyo para la cabeza, esta pequeña alteración del respaldo "“que ya está disponible en varias aerolíneas, entre ellas United"“ ayuda a descansar el cuello y permite dormir un poco. Ya no hay que inclinarse sobre la mesa bandeja llena de gérmenes o doblar el cuerpo de una manera extraña y dolorosa. Solo hay que decidir de qué lado se quiere inclinar la cabeza y abrir el lateral para sostenerla.
Pedal para el inodoro: como me han advertido sobre los baños plagados de gérmenes de los aviones, he adquirido bastante práctica en el uso de toallas de papel para abrir las puertas y, más en general, evitar el contacto con las superficies. Pero antes de un vuelo reciente en Singapore Airlines, no podía encontrar una forma fácil de desechar la toalla en el pequeño hueco con tapa rígida sin tocarla.
La aerolínea, que a menudo está a la vanguardia en cuanto a comodidad del cliente, encontró una solución asombrosamente sencilla: un pedal para abrir y cerrar la papelera. Ya no es necesario experimentar con diversas maneras de tirar la toalla sin tocar superficies sucias y/o exponerse a pillarse los dedos con la tapa…