La seguridad aérea vive unos tiempos tan extraños que, en ocasiones, una simple riña entre pasajeros puede desembocar en un aterrizaje imprevisto. Sucedió el pasado domingo, en un vuelo que conectaba las ciudades de Nueva Jersey y Denver. Según informa Business Insider, los problemas comenzaron cuando el personal de vuelo tuvo que mediar entre dos pasajeros, que discutían airadamente. ¿El motivo? Un pequeño trozo de plástico, no mayor que un llavero, llamado Knee Defender.
Knee Defender sirve para bloquear la trayectoria del respaldo del asiento de delante. Se coloca a ambos lados de la bandeja que se emplea para comer y, si está bien instalado, impide que el pasajero anterior recline su butaca. De ahà su nombre, que hace referencia a los clásicos golpes que se reciben en las rodillas cuando alguien se reclina sin previo aviso.
En el caso del vuelo 1462 de United Airlines la disputa casi llega a las manos. La pasajera del asiento bloqueado increpó al usuario de Knee Defender y, al no alcanzar un acuerdo, optó por arrojarle un vaso de agua en la cara. Ni con ésas el pasajero aflojó, negándose una y otra vez a guardar el gadget pese a la petición del personal de vuelo…
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