Un vuelo de la aerolínea australiana Qantas que iba de Perth, en el oeste de Australia, a Londres, tuvo que aterrizar antes de lo previsto por el descontrol de un pasajero.
El viaje tenía que durar 17 horas, pero el avión aterrizó a las dos horas del despegue.
Cuando el avión tocó tierra, personal policial detuvo al pasajero agresivo.
Las personas que volaban con él dijeron a ABC que el hombre había estado actuando de forma extraña y se había encerrado en el baño durante más de una hora poco después de despegar. Cuando finalmente salió, empezó a gritarles a los pasajeros y a buscar pelea.
Una mujer que compartía avión con él, Christine Kohli, afirmó que la tripulación de cabina pidió ayuda a los pasajeros para tratar de calmar al hombre.
«Solicitaron ayuda a algunos pasajeros varones. Entiendo que estaba atado en la parte trasera del avión», relató…