Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de la Argentina publicó los resultados de su Encuesta de Turismo Internacional (ETI) correspondiente a diciembre pasado, que permite obtener también las cifras finales de todo 2020. Pese a ser esperado, el resultado no es menos catastrófico: el receptivo se desplomó un 77,3%, mientras que el emisivo perdió un 77,1%. El impacto podría haber sido peor, pero se mitigó por los números prepandémicos y una muy leve mejoría desde agosto.
¿Cuál fue el impacto de la pandemia en el turismo internacional de la Argentina durante 2020, el año del coronavirus? Dos números dan cuenta de él de manera cabal: los arribos de pasajeros no residentes por vía aérea se redujeron un 77,3% entre enero y diciembre; mientras que la cantidad de argentinos viajando al exterior se contrajo un 77,1%.
Los datos surgen de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), que realiza mensualmente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), junto al Ministerio de Turismo y Deportes, quienes publicaron el estudio correspondiente a diciembre pasado, permitiendo también obtener los números del acumulado anual.
Vale destacarlo: tras un caótico cierre de 2019 para la economía argentina, sumida en un proceso electoral y en una crisis cambiaria (además de los efectos nagativos de la cuantiosa deuda contraída por la gestión saliente), 2020 no arrancó del todo bien para el turismo del país, ya que en enero el receptivo verificó una caída del 7,4%. Hubo un leve repunte en febrero, y desde marzo todo se fue a pique.
Para el emisivo, la historia fue distinta, ya que por las fuertes cargas impositivas sobre los viajes al exterior (primero el Impuesto País, del 30% y luego una percepción del 35%) y las permanentes devaluaciones acumulaba casi dos años de decrecimiento mes tras mes. De hecho, 2019 había concluido con una baja del 11,9% frente a 2018. La pandemia simplemente aceleró esa tendencia hasta los cero turistas registrados en abril, mayo y junio de 2020…