Oficialmente hoy Delta Airlines inaugura su nueva casa en el aeropuerto internacional John F. Kennedy (JFK) a un costo total de $1.4 millones, como uno de los últimos eslabones de la cadena de eventos que la línea aérea ha construido por los pasados años, para llegar a convertirse en la segunda compañía aérea de todo mundo.
El principal ejecutivo de Delta, Richard Anderson, dijo que la nueva sede es una inversión necesaria en su estrategia para continuar su expansión internacional, cuyo enfoque principal está precisamente en la región de América Latina a través de sus socios de negocios Gol, en Brasil y Aeroméxico en territorio Azteca.
Aunque para Puerto Rico, actualmente, la empresa no tiene planes especÃficos para expansión de nuevas frecuencias de rutas o destinos, el principal ejecutivo no descartó la posibilidad de que a futuro se pueda intervenir en la gestión que realiza el gobierno actual de Alejandro García Padilla, en su intento de atraer a Gol a la Isla para establecer un vuelo directo desde San Juan a Brasil a través de Sao Paulo y Río de Janeiro.
"Estamos en la disposición de cooperar con el Gobierno de Puerto Rico a través de nuestros socios de negocios Gol, para poder expandir nuestro servicio en la Isla. Puerto Rico es un destino fuerte y vibrante y una parte muy importante de nuestra red", señaló Anderson.
Actualmente Delta ofrece ocho vuelos diarios de desde San Juan, cinco de ellos a Atlanta y los tres restantes a Nueva York, siendo esta última ruta una de las pocas en donde se ofrece comida gratis a bordo en clase regular (coach).
"Somos la primera aerolínea que ha tomado pasos importantes para controlar nuestro destino", detalló el ejecutivo al resumir las inversiones que ha hecho la aerolínea en los últimos años en el aeropuerto de Atlanta, su hub principal, en La Guardia (Nueva York) y ahora en el JFK.
Pero quizás una de las inversiones más significativas es la adquisición en abril del año pasado de la refinería de petróleo Philips 66, en Filadelfia, a un costo de $150 millones, con la que proyectan tener ahorros de sobre $300 millones en la compra de combustible para su flota de aviones. Esta adquisición, le ha dado a Delta ventaja competitiva.
"Queríamos ser más eficientes en consumo de combustible y en poder ofrecerles ese beneficio a nuestros consumidores. No tenemos planes de seguir comprando más refinerías. Ha sido una decisión buena porque desde que compramos la refinería hemos sido exitosos en empujar los precios del jetfuel para que se mantengan bajo", indicó.
Según Nicolás Ferri, vicepresidente de Delta para la región de América Latina, el 80% del combustible que utiliza la flota de aviones que sirven el mercado de Estados Unidos se benefician directa o indirectamente de su refinería.
Mientras, frente a un nutrido grupo de periodistas provenientes de Europa, Asia, América Latina y Puerto Rico, Anderson explicó que éstos no han sido las únicas transacciones que le han dado a la empresa la ventaja de colocarse como la línea aérea americana de mayor rentabilidad en ingresos. Según el último estado financiero, correspondiente al primer trimestre del año, Delta ingresó unos $85 millones más que el año pasado durante el mismo periodo, para un un total $7,333 millones.
Se espera que en los próximos tres meses quede finiquitada la transacción comercial entre Virgin Atlantic y Delta, tras la cual esta última estaría adquiriendo el 49% de las acciones de la aerolínea británica por unos $360 millones. De concretarse el negocio, Delta entonces pasaría a ser la segunda aerolínea internacional más grande del mundo, luego de American Airlines, que se asoció recientemente con USAirways.