La posible asociación entre la compañía estadounidense Boeing y la brasileña Embraer, segundo y tercer mayor fabricante de aviones del mundo respectivamente, traería «innumerables beneficios», según apreció el ministro de Defensa de Brasil, Raul Jungmann, en una columna publicada hoy en ‘O Estado de Sao Paulo’.
El ministro manifestó en su escrito que una eventual asociación entre ambas empresas ampliaría el portafolio de productos, permitiría «verticalizar partes importantes de la producción» y habría «ganancias de escala».
De cerrarse la operación, las aeronaves brasileñas contarían, en opinión de Jungmann, «con la fuerza y el poder logístico y de comercialización del mayor fabricante de aeronaves del planeta», en referencia a Boeing.
Según el titular de Defensa, la reciente adquisición del proyecto C Series, que ha desarrollado la empresa canadiense Bombardier, por parte del gigante aeronáutico europeo Airbus ha puesto «más presión en el mercado».
«Con ese movimiento la empresa estadounidense (Boeing) vio a su rival no solo ampliar su línea de productos» en el segmento de aviones de 100 a 140 plazas, sino también «introducir su operación dentro del mercado estadounidense» por medio de la fábrica de Bombardier que se encuentra Alabama, agregó.
Boeing y Embraer confirmaron a finales de diciembre pasado en un comunicado conjunto que mantienen conversaciones para una posible fusión de parte de sus negocios.
La aeronáutica brasileña es considerada como una pieza fundamental en materia de defensa nacional para el Gobierno del país suramericano, poseedor de una «acción dorada» que le permite vetar decisiones y operaciones de Embraer.
Jungmann recordó los desafíos que presenta la operación en materia de defensa, pues en un modelo de «subordinación de gobernanza corporativa, el desarrollo de nuevas capacidades militares y tecnológicas estaría sujeto a la legislación estadounidense».
Por ello, instó a «ser pragmáticos» y comprender «los límites impuestos» con objeto de buscar «formas constructivas» para establecer «relaciones benéficas, de largo plazo, para todos los implicados».
Según publicaron medios locales, las dos aeronáuticas estarían estudiando la creación de una tercera empresa, controlada en un 80-90 % por Boeing, que se encargaría de toda el área comercial de Embraer, que incluye la fabricación tanto de aviones regionales como de ejecutivos.
El área de defensa seguiría en manos de Embraer para evitar así el posible veto del Gobierno brasileño, según esos medios…
