La creciente escasez de pilotos de líneas aéreas está poniendo en riesgo el reciente crecimiento de la industria, mientras los aviones se quedan inactivos, los salarios más altos afectan a las ganancias y los sindicatos en todo el mundo presionan para obtener más beneficios.
Operadoras como Emirates y la australiana Qantas Airways han invertido recursos en la contratación, pero han tenido problemas en los últimos meses para utilizar sus aviones con tanta frecuencia como sus planes de negocios dictan, debido a los cuellos de botella en el entrenamiento.
Los pilotos de la irlandesa Ryanair están creando sindicatos en toda Europa buscando mejores condiciones de trabajo y los de Air France están en huelga por los salarios.
En Estados Unidos, los pilotos que sufrieron recortes salariales cuando las compañías se declararon en quiebra hace una década están recibiendo grandes aumentos en virtud de los nuevos contratos, ahora que las aerolíneas están registrando fuertes ganancias.
El aumento en los costos de los empleados, que rivaliza con el combustible como el mayor punto de tensión en las finanzas de una aerolínea, se produce en un momento en que los altos precios del petróleo ya están reduciendo los márgenes. Las líneas aéreas aseguran que los precios de los boletos no han mantenido el ritmo de los costos.
«Estas presiones de costos no van a detenerse de manera inminente», dijo Brian Pearce, economista jefe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés), durante la reunión anual del grupo comercial en Sídney, donde se redujo el pronóstico de ganancias de las aerolíneas en un 12 por ciento, citando mayores costos de combustible y mano de obra.
«Es el síntoma de un problema más amplio. Si miramos a las economías desarrolladas, el desempleo en la OCDE ha caído a sus mínimos y están empezando a tener presiones salariales, de las cuales la escasez de pilotos es un síntoma en nuestra industria», dijo a los jefes de las aerolíneas, muchos de los cuales expresaron su preocupación durante el encuentro.
La inflación comienza a afianzarse en las economías de la OCDE después de años de estar dormida y los salarios de los pilotos también reflejan eso, agregó Pearce.
El alto costo de la capacitación de pilotos y varios años de frenos a las contrataciones en mercados como Estados Unidos y Australia han impedido que aviadores potenciales ingresen a una industria que, según Boeing, necesitará 637.000 pilotos más en los próximos 20 años.
La IATA estima que el tráfico de las aerolíneas casi se duplicará en ese periodo, por lo que las empresas como el grupo de entrenamiento canadiense CAE Inc y L3 Technologies están construyendo nuevos simuladores de vuelo para sacar provecho de la demanda de capacitación.
Firmas como Airbus y Boeing también se están expandiendo hacia servicios como la capacitación, donde los márgenes son potencialmente más altos que la construcción de aviones. Asimismo, algunas aerolíneas planean ampliar sus programas de capacitación interna.
Qantas dice que invertirá 20 millones de dólares australianos (US$15,26 millones) en una nueva escuela de vuelo para garantizar un suministro de pilotos, en medio de una alta rotación en su brazo regional QantasLink. Por su parte, Emirates abrió una academia de entrenamiento de US$135 millones en noviembre para hasta 600 cadetes.
Guerra de ofertas. Otras aerolíneas se están viendo obligadas a mirar fuera de sus mercados locales, compitiendo con China, donde hay una alta demanda de capitanes extranjeros experimentados y las compañías ofrecen salarios anuales de hasta US$314.000 libres de impuestos…