Ukraine International Airlines, la aerolínea ucraniana a la que pertenecía el Boeing 737-800 estrellado la madrugada del miércoles cerca de Teherán cuando se disponía a alcanzar Kiev, ha afirmado que el aparato estaba en perfecto estado, que los pilotos que lo conducían eran expertos y que la última revisión se había llevado a cabo el pasado 6 de enero. Además, la aerolínea ha subrayado que el avión no había dado señal de sufrir ninguna clase de problema, y que era uno de los mejores de su flota.
Las víctimas del siniestro, que se ha cobrado 176 vidas, eran de nacionalidad ucraniana, canadiense, iraní, sueca, británica y afgana.
Preguntados sobre la teoría que apunta a que un misil ha podido derribar la nave, la aerolínea no ha querido hacer comentarios. Sí ha explicado que se va a abrir una investigación que les afectará a ellos mismos, pero también a Boeing y a las autoridades iraníes.
Del mismo modo, la embajada de Ucrania en Irán, que en un primer momento ha afirmado que el suceso se ha debido a un fallo técnico provocado por el incendio de un motor, ha cambiado su versión e indicado que las causas del siniestro no están claras.
Preguntado acerca de la posibilidad de que un misil hubiera derribado el aparato, el primer ministro ucraniano, Oleksiy Honcharuk, ha afirmado que no quiere especular sobre el asunto hasta que se conozca el resultado de las pesquisas.
Las aerolínes evitan la zona
Las aerolíneas comerciales de Estados Unidos y otras de todo el mundo, como Lufthansa, Air France o Emirates, han cancelado su actividad en el espacio aéreo del Golfo Pérsico (Irán e Irak) y redirigirán los vuelos que estaban programados en la zona. La cotización de las compañías aéreas implicadas ha reaccionado esta mañana a la baja ante la escalada de tensión del conflicto entre Irán y Estados Unidos. La última ofensiva iraní ha encarecido este miércoles el precio del barril de Brent.
La alemana Lufthansa, por ejemplo, ha cancelado un vuelo previsto para hoy miércoles a Teherán, la capital iraní, y ha anunciado que se suma al cierre del espacio aéreo decretado por la Administración Federal de Aviación estadounidense para las aerolíneas de ese país. La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia ha impuesto el mismo veto a sus compañías comerciales. Wall Street todavía no ha abierto la sesión, pero la escalada de la tensión ya se deja notar en Europa: la cotización de Lufthansa en la Bolsa alemana caía un 1,4% a mediodía, un descenso que ha maquillado con el avance de la sesión.
Air France también se ha sumado al cierre del espacio aéreo suscrito por otras aerolíneas…