Debido a la cantidad de vuelos no regulares, privados, militares y de Estado, que no son programados por las aerolíneas y que no hacen parte de la oferta comercial de las empresas transportadoras, se ha superado en reiteradas ocasiones la capacidad actual de 47 operaciones por hora en el aeropuerto El Dorado de Bogotá. Un hecho que ha provocado que, desde hace dos meses, la Aeronáutica Civil de Colombia haya aplicado en más de 80 veces el Programa de Demoras en Tierra (Ground Delay Program o GDP por sus siglas en inglés) en esta terminal, una medida que ha forzado a las aerolíneas a reprogramar sus itinerarios diarios, causando demoras significativas en unos 3.082 vuelos y afectando su cumplimiento frente a unos 459.893 usuarios, desde el 1 de junio al 20 de julio.
Con el fin de mejorar la capacidad del aeropuerto más importante del país, el Ministerio de Transporte y la Aeronáutica Civil pusieron esta semana en funcionamiento el Command Center, un centro de operaciones, a través del cual las empresas aéreas, el operador del aeropuerto y la Aeronáutica Civil coordinarán de manera conjunta el flujo de operaciones del terminal aéreo.
El Command Center tiene como objetivo reunir a todos los operadores aéreos trabajando en conjunto en una operación táctica en tiempo real, para minimizar los riesgos y tomar decisiones colaborativas.
Uno de los objetivos principales es gestionar con criterios de decisión óptimos la implementación o no de los GDP (Programas de Demora en Tierra), todo esto concertado y basado en una información unificada de parte de todos los operadores aéreos.
Para Andrés Uribe, Gerente para Colombia de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, en siglas en inglés) esta es una buena noticia y “un primer paso en la dirección correcta, que va a permitir mitigar los impactos del GDP, al entender e involucrar a todas las partes, permitiendo la coordinación necesaria para que la aplicación de esta medida tenga una menor afectación a los pasajeros”.
Desde la reactivación de las operaciones aéreas, el incremento en los vuelos se ha venido desarrollando de manera gradual, sin embargo, en las horas de más alta demanda, que corresponden a las primeras horas del día, el medio día y las horas de la noche, la demanda de operaciones supera las capacidades de gestión de los vuelos.
Esta situación responde a diferentes variantes que influyen en el sistema, tales como vuelos no programados, vuelos de Estado, operaciones privadas, vuelos de carga, vuelos ambulancia, entre otros, así como las condiciones de pandemia que se mantienen y reducen la capacidad del centro y torre de control, que tienen reducidos los aforos de su personal, así como el trabajo en grupos cerrados, que buscan prevenir contagios entre los funcionarios prestadores de los servicios.
“Todo esto ha llevado a la necesidad de buscar alternativas en las que todos los que intervienen en el sistema realicen una operación en tiempo real que minimice los riesgos y permita el manejo adecuado de la demanda de operaciones y la gestión de estas sin olvidar las condiciones de pandemia que se mantienen y en las que se debe tener en cuenta las limitaciones que esta genera” señaló Angela María Orozco, ministra de transporte.
“El Command Center, que empezó a funcionar este jueves en las instalaciones de la Aeronáutica Civil, operará lunes a viernes, entre las 6 de la mañana y las 10 de la noche, y en él tendrán participación las empresas aéreas regulares, las empresas no regulares, la aviación de Estado, la unidad de manejo de flujo de la Aeronáutica Civil, así como a Oficina de Transporte Aéreo de la Entidad y el concesionario OPAIN; todos ellos realizarán un monitoreo permanente a la operación, a la demanda de vuelos, asignación de slots de esa forma, se anticipan eventos que puedan afectar la operación aérea” indicó Jair Orlando Fajardo Fajardo, director general de la Aeronáutica Civil.
Durante la instalación del Command Center, la viceministra de transporte, Olga Lucía Ramírez, resaltó la importancia de esta estrategia y señaló que “por ejemplo, en la eventualidad en que el número de operaciones causen congestión, una aerolínea puede aportar, por iniciativa propia, el retraso de algunos vuelos que no son prioritarios para ayudar a disminuir la congestión y de esta forma normalizar las operaciones, sin perjuicio de los usuarios del transporte aéreo”.
Ante esto, Uribe señaló que el éxito de esta operación radicará en hacer una coordinación entre los operadores regulares y no regulares, para que no se realicen vuelos no prioritarios en horas de alta congestión.
Es importante tener en cuenta que en la actualidad El Dorado movilizó 6.604.961 pasajeros nacionales y 1.651.258 pasajeros internacionales durante el primer semestre del presente año, lo que muestra un avance significativo en la reactivación aérea en medio de la pandemia.