El apagón eléctrico que sufre el aeropuerto de Londres-Heathrow este viernes como consecuencia del incendio en una subestación cercana es, por su magnitud, un hecho con pocos precedentes en la historia reciente. Las operaciones permanecerán suspendidas hasta las 23:59 hora local de este viernes, por lo que más de 1.300 vuelos serán cancelados, afectando a alrededor de 300.000 pasajeros.
Considerando que el aeropuerto de Heathrow es el más transitado de Europa y el quinto a nivel mundial (aunque el segundo considerando solo el tráfico internacional), las ramificaciones de este incidente afectarán a las aerolíneas a nivel global.
El director General de IATA, Willie Walsh, dijo a través de un comunicado que “este es otro caso más en el que Heathrow decepciona tanto a pasajeros como a aerolíneas. Y eso plantea algunos interrogantes serios”.
“En principio, cómo es que una infraestructura así de crítica (de importancia nacional y global) es totalmente dependiente de una sola fuente de energía sin alternativa”, continuó Walsh, señalando que “si ese es el caso, como parece, entonces se trata de una clara falencia de planeamiento por parte del aeropuerto”…
