Tras el exitoso primer vuelo del C919, el primer avión para uso comercial fabricado por una compañía china, los consorcios aeronáuticos tradicionales, Airbus y Boeing, se encuentran ante un nuevo desafío, uno que, de acuerdo con Rafael Alonso, presidente del fabricante europeo en América Latina y El Caribe, afrontan de buen agrado y con perspectivas de futuro.
Nosotros siempre bien venimos la competencia: creo que es buena, que es algo sano: para la industria, para los pasajeros, para las compañías aéreas porque, al fin y al cabo, eso nos obliga a nosotros a continuar superándonos y poder ofrecer mejores productos cada vez", declaró Alonso, en entrevista con A21.
El directivo recordó que actualmente Airbus cuenta con una planta de producción en la localidad china de Tianjin, inaugurada en 2008 y que en su momento representó la primera fábrica de manufactura y ensamblaje fuera de Europa.
Para nosotros, China actualmente es el segundo mercado más importante del mundo y pensamos que en el horizonte de 15-20 años posiblemente será el mayor: hay un requerimiento enorme de aviones en ese país y yo creo que es una de las causas por las cuales ha decidido desarrollar su propio avión".
Sobre esta aeronave "“fabricada por la Corporación Aeronáutica Comercial China (COMAC) y que se prevé entre en funciones en 2020"“, Alonso se aventuró a pronosticar su éxito:
"Posiblemente sí, ya que tienen una base de mercado muy importante", enfatizó, en referencia a estimaciones que prevén la demanda del mercado chino de aviación para los próximos 20 años en 5 mil 500 nuevas aeronaves con un valor de 670 mil millones de dólares…