La reapertura de la aerolínea Sol entra en tiempo de descuento y los candidatos que sondeó el gobierno para rescartarla comienzan a dar un paso al costado.
Via Bariloche, la empresa con más espalda por ser de la Patagonia y líder en el transporte automotor de larga distancia en todo el país, dejó trascender que el transporte aerocomercial no es su negocio. La familia Trappa fue uno de los convocados por el gobierno para analizar un «rescate empresarial» de Sol. Si bien todavía no dijeron formalmente que no, sumar otra empresa al grupo, con sus 220 empleados, por más facilidades que otorgue el Estado, no parece una alternativa viable.
American Jet, empresa de charters, propiedad de Jorge Rodríguez, también descartó a Sol. La firma hace poco pudo salir del golpe financiero que le produjo el abandono de Vale do Rio Doce del proyecto minero Rio Colorado en Mendoza con la que tenía un contrato para trasladar a sus ejecutivos.
La última empresa sondeada por el gobierno fue London Supply. La firma tiene un proyecto paralelo para lanzar su propia aerolínea (Pacific Ocean) con sede en Ushuaia. Consideran arriesgado arrancar con la toma repentina de 220 empleados y el pasivo de Sol estimado en $200 millones.
Un grupo de empleados de Sol y el gobierno van ahora por Air Nostrum, la empresa española que tenía un preacuerdo para adquirir el 49% de la aerolínea santafesina.
La entrada de los propietarios de Air Nostrum en el capital de Sol fue a través de la sociedad ILAI y estaba condicionada a la existencia del acuerdo de código compartido entre Aerolíneas Argentinas y Sol que fue dado de baja en los primeros días de enero y provocó el cese de las operaciones.
Como en el contrato firmado en septiembre de 2015 entre ILAI y Sol, los socios de Air Nostrum promovieron la inclusión de una cláusula de salida del accionariado de Sol si se rompía el acuerdo con Aerolíneas Argentinas, la hicieron valer apenas desatado el conflicto…