La Administración Federal de Aviación (FAA, por su acrónimo en inglés) ha aprobado cinco combustibles de aviación de base biológica en cuyo desarrollo ha desempeñado un papel integral.
En un comunicado, la FAA afirmó que el combustible más reciente se conoce como «alcohol para querosene parafínico sintético de jet» (ATJ-SPK, como se la conoce por sus siglas). Este fluido es creado a partir del llamado isobutanol, producido con materiales de alimentación, como los residuos de la cosecha del azúcar, del maÃz, o forestales.
«En contraste con los combustibles tradicionales a base de petróleo, estos nuevos combustibles alternativos pueden reducir las emisiones al aire y son renovables», dijo la FAA.
La asociación entre la FAA y la industria por la continua baja de energía, emisiones y ruido (CLEEN, por su acrónimo en inglés) ha sido crucial en la realización de las medidas necesarias para apoyar la aprobación de la ASTM Internacional, que testea y aprueba materiales, del nuevo combustible que «podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 85%», dijo la FAA.
La FAA hizo hincapié en que a medida que más combustibles alternativos de aviación se desarrollen aumentará el potencial «para la producción a costos competitivos y uso amplio».
Otra prioridad es que los nuevos combustibles deben ser aptos para ser utilizados directamente en las aeronaves existentes sin modificaciones de los motores u otros equipos, y mantener al mismo tiempo un «nivel de seguridad y rendimiento de los combustibles fósiles»…