Desde hace muchos años las tarifas mínimas y máximas de los pasajes de avión para volar dentro del país no los fijaba la ley de la oferta y la demanda del mercado sino el gobierno nacional.
Indudablemente esta práctica puso en jaque muchas veces a las empresas privadas que lidiaban con el aumento de costos y no contaban con la ayuda del subsidio del Estado.
La distorsión se fue haciendo más evidente a medida que la inflación comenzó a cercenar las escasas ganancias de las empresas aerocomerciales de nuestro país, baste recordar que el último aumento autorizado para las tarifas de cabotaje fue en diciembre del 2014 y sólo del 16%!!
La situación no podía sostenerse más, ni siquiera para Aerolíneas Argentinas, por eso todos los involucrados aplaudieron la noticia que anunciaba que con el decreto 294/2016 se eliminaba la medida dado que "la fijación de tarifas máximas ha dificultado el desarrollo de la actividad aerocomercial".
Esta medida permite adaptar tarifas y ganar competitividad luego del último aumento de pasajes en el 2014 y en un contexto de inflación, devaluación y negociación de paritarias.
Esto permitirá readecuar el esquema tarifario y "establecer solamente tarifas de referencia, suprimiendo la determinación de las tarifas máxima". Es decir se sigue sosteniendo el piso o el valor mínimo, pero no así el techo. Para muchos conocedores del mercado aerocomercial este sería el primer paso para la liberación total de las tarifas.
Si bien la mayoría de los medios sólo se quedaron en la palabra "aumento" éste no es igual para todas las bandas tarifarias y el impacto en el bolsillo del pasajero puede ser poco significativo si se sabe asesorar, ya que como es habitual cuanto antes se decida uno a viajar, mayores son las posibilidades de encontrar disponible una tarifa promocionada cuyos incrementos fueron muy inferiores en relación a la tarifa Máxima II.
¿Cómo funciona?
Los profesionales del turismo conocen bien que cuanto más restrictivo es el pasaje se consiguen mejores tarifas, es decir para pagar menos los pasajeros deben estar dispuestos a comprar con antelación y a no modificar ni fecha de salida o regreso ni la cantidad de días en destino. Cuanta mayor libertad de acción se pide la tarifa es más cara, y cuanto más cerca de la fecha del vuelo menos opciones de tarifas se encuentran. Eso no se ha modificado lo que sí se ha hecho es aplicar incrementos diferencias para cada una de esas bandas tarifarias.
Para ponerlo blanco sobre negro: todas las compañías aéreas argentinas (LAN, Aerolíneas Argentinas y Andes Líneas Aéreas) aumentaron los pasajes de la base tarifaria más económica en un 10%; para la base intermedia el aumento fue del 20%, siendo el mayor incremento de tarifa en los llamados boletos de tarifa Máxima II, es decir los menos restrictivos de todos a los que les impusieron un 30% de aumento.
"Esto va a permitir que cada compañía aérea ofrezca, para cada vuelo, la cantidad de asientos que crea conveniente en esas bandas tarifarias y jugará para ello la ley de la oferta y la demanda" decía Horacio Preneste, gerente de Andes Líneas Aéreas. Por eso tomando en cuenta todos esos datos el promedio de aumentos es del 13%. Con la salvedad de que no es para "toda" las tarifas.
Ejemplificando
Desde la Gerencia de Relaciones Institucionales y Prensa de Aerolíneas Argentinas, Felicitas Castrillón, nos hizo llegar un cuadro comparativo para poder clarificar ante la opinión pública cómo se comportarán las tarifas de la compañía de acá hacia adelante. La Gerente nos aclaró que "estos aumentos buscan no afectar las tarifas de compradores que reservan sus vuelos con anticipación de más de 10 días, en cuyo caso la tarifa se mantiene al mismo precio que hace un año y se decidió poner más énfasis en aumentos para los viajeros de altos ingresos o quienes compren pasajes con poca antelación o aquellos que adquieran pasajes en picos horarios (fines de semana, cambio de quincena, partidas a la mañana y regreso a la noche, etc.) o quienes buscan tarifas con mayor flexibilidad y sin restriccione".
Como ejemplo veamos vuelos en clase Alfa (menor tarifa). "Para viajar desde Buenos Aires a Bariloche comprando el 25 de enero de 2015 para volar el 24 de febrero, la tarifa era $2242 + impuestos; hoy vale $2242 + impuestos. En todos los casos estamos tomando tarifa mínima.
Para Neuquén el valor en la clase más económica se mantiene igual que el año pasado: 1626 pesos más impuestos por el viaje de ida y vuelta.
Ahora si pasamos a la tarifa en Clase N (intermedia o Máxima I) el vuelo a Bariloche salía tanto en febrero del 2015, $2803 + impuestos; comprándolo ahora sale $3083 + impuestos. En relación a Neuquén antes de los aumentos era de $2.032 y ahora 2.235, siempre + impuestos.
Para quienes compraron sus pasajes a Bariloche en Semana Santa (clase Lima) antes del anuncio les costó $3791 + impuestos mientras que ahora ya cuesta $4549, más impuestos…
