Los vuelos low-cost comenzaron a preparar el terreno para aterrizar en el país. Sin embargo, la presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, les marcó la pista. La jefa de la compañía estatal reclamó los mismos beneficios que obtendrían las empresas de bajo costo para operar en los aeropuertos del país, algo que redefiniría el negocio.
Costantini remarcó que las aerolíneas low-cost operan en aeropuertos alternativos para bajar sus gastos y que éstos son difíciles de conseguir en Argentina. En Buenos Aires, por ejemplo, deberían utilizar la pista de El Palomar y acondicionar su infraestructura. «Hay una dinámica cultural de cómo la sociedad se va a acomodar a la logística de moverse a aeropuertos alternativos y qué impacto tiene eso en los costos», consideró.
Pero la cuestión es más problemática en el interior, donde muchas veces no existen pistas alternativas. Aquà Costantini se puso firme: «Si la low-cost llega, va a poner presión en aeropuertos donde nosotros operamos. En Córdoba no tiene muchos aeropuertos alternativos. Entonces, si bajan las tarifas en el aeropuerto de Córdoba, yo también quiero ese beneficio para Aerolíneas y Austral», dijo en un encuentro con la prensa.
«El costo del aeropuerto, las tarigas internacionales o de cabotaje, son las mismas que tenemos nosotros. Así que hay que entender qué beneficios tendríamos nosotros también para bajar los costos de operación en el país», agregó…