Que el mercado aerocomercial Argentino está prácticamente planchado desde hace años no es una novedad. Tampoco que el argentino viaja mucho menos que sus pares de la región y que el rol que históricamente ha jugado Aerolíneas Argentinas a lo largo de los años es una de las causas del estancamiento.
Sin embargo es imposible no sorprenderse con estadísticas como las que expuso la semana pasada Diego Cabot en La Nación. Por ejemplo, mientras en la Argentina la cantidad de viajeros por cada 100 habitantes creció un 21% en los últimos 15 años, en Perú el aumento fue del 231%; Brasil 190%; Chile 177% y Colombia 147%. Todos -salvo Perú que estaba un poco más atrasado- partiendo de un piso en el 2000 de entre 17 y 20 pasajeros cada 100. Otra forma de medirlo es que mientras en Chile suben a un avión 56 habitantes cada 100; en Colombia 54; en Brasil 48 y en Perú 32, en Argentina solo lo hacen 22, según datos oficiales de 2015.
Uno de los objetivos planteados por el gobierno que encabeza Mauricio Macri es duplicar al final de su mandato la cantidad de pasajeros que vuelan dentro del país. Es decir dentro de 4 años. Las visitas de los titulares de Avianca y Raynair dos meses atrás generaron expectativas, pero después de los anuncios es poco lo que avanzaron. Un llamado a audiencia pública que el Ministro de Transporte ha prometido -el último fue en 2005- podría poner en evidencia quienes realmente están interesados en volar dentro de la Argentina.