La cámara que las nuclea asegura que los viajes de trabajo son diferentes a los de placer. Por eso lanzó un plan estratégico para mejorar el negocio y discutir problemáticas
Las agencias de turismo argentinas no viven un buen momento, afectadas por la caída de los viajes de placer al exterior. El recargo del 35% para la compra de pasajes internacionales y en gastos en el exterior, fijado en diciembre, y la creciente devaluación del peso tornaron muy caro viajar fuera del país.
Pero los viajes de negocios no padecieron una caída tan fuerte como los de placer, si bien tampoco viven un buen momento, y apuntan a mejorar la eficiencia del negocio y ser más rentables.
Para lograrlo, entre otras cuestiones, las agencias corporativas reclaman que el recargo de 35% no sea aplicado a los viajes de negocios. «Ese impuesto afecta tanto a quien viaja por placer como por trabajo. Pero los viajes corporativos están asociados a la generación de negocios y empleo, con lo cual no deberían tener ese recargo», destacó a El Cronista Pablo Damerau, director Ejecutivo de Facve (Foro Argentino de Consultores de Viajes Empresariales), entidad que ayer lanzó un plan estratégico para el sector.
Facve, que nuclea a las 12 mayores empresas de viajes, que aportan el 38% del negocio y emplean a más de 1.000 personas, apunta con el plan sobre todo a dos objetivos: en primer lugar, ganar peso como entidad para mejorar cuestiones que afectan al sector, discutiendo problemáticas comunes, como el impuesto del 35%. Pero también, generar indicadores que sirvan para medir el impacto del negocio en la Argentina.
No hay estadísticas ciertas sobre los viajes corporativos en el país. Según información de IATA, la venta de pasajes internacionales en la Argentina superó los u$s 3.000 millones en 2013. En el sector se estima que los viajes corporativos y por eventos generan cerca del 35% del negocio total de viajes del país.
«Mientras los viajes de placer fluctúan mucho en el país, los corporativos son más bien estables, salvo que haya alguna catástrofe económica. Si bien los viajes al exterior de placer están hoy en crisis, los corporativos se mantienen más bien constantes», explicó Damerau. «Con las crisis, las empresas acotan no tanto los viajes, sino que disminuyen la categoría de los servicios contratados, bajan una estrella de un hotel o dejan de viajar en business. Pero en general siguen viajando», agregó…