El tráfico de fauna silvestre es considerado una de las mayores actividades del crimen organizado en todo el mundo. De hecho, entre 2010 y 2018, las autoridades confiscaron en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú más de 281.000 especímenes.
Por esta razón, Wildlife Conservation Society (WCS), en alianza con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lanza su campaña ‘Hay viajes que marcan vidas’, con la que busca sensibilizar sobre el tráfico de fauna silvestre en aeropuertos.
De hecho, según el reporte de la iniciativa de la USAID para la Reducción de Oportunidades de Transporte Ilegal de Especies Amenazadas (ROUTES) (2021), entre 2010 y 2020, este delito vinculaba a la región Latinoamérica y el Caribe con 53 países de todo el mundo y 65 especies de animales silvestres traficadas en el sector del transporte aéreo.
Dichas especies incluyeron, para la década que reseña ROUTES, aves (en especial pinzones, tucanes, cardenales, tangaras, canarios, guacamayos y loros), reptiles (tortugas, lagartos y serpientes), especies marinas y acuáticas (peces ornamentales, particularmente) y mamíferos (monos).
“El tráfico de fauna silvestre es una problemática que hemos enfrentado en la región desde hace siglos y la alta biodiversidad de nuestros países nos expone más a este riesgo”, señala Yovana Murillo, gerente del programa Contra el Tráfico de la Vida Silvestre -región Andes, Amazonía y Orinoquía de Wildlife Conservation Society (WCS).
¿Qué ocurre en Colombia?
En Colombia, a partir del seguimiento realizado por WCS a las noticias sobre confiscaciones entre enero de 2020 y junio de 2023, se detectaron 867 eventos en los cuales las aves constituyeron aproximadamente el 50 % de las noticias recopiladas, con 416 eventos; en segundo lugar, se encuentran los reptiles con 231 eventos; seguidos por los mamíferos que contabilizaron 192, mientras que los peces presentaron 24 eventos y los anfibios 4 eventos.
En todo este panorama, el rol que cumple la industria del transporte y sus diferentes actores, incluidos los pasajeros, es fundamental para la prevención del tráfico de animales silvestres.
“El transporte aéreo, terrestre, fluvial y marítimo, a nivel doméstico o internacional, es empleado por los traficantes y sus redes para la movilización ilegal a escala global de especies de vida silvestre. De ahí que sea clave el compromiso de este sector, como un aliado estratégico para reducir el involucramiento de la sociedad civil en este delito ambiental y alertar a las autoridades sobre el uso de medios y vías de transporte para el comercio ilegal de especies”, afirma Yovana Murillo.
Campaña ‘Hay viajes que marcan vidas’
Según WCS, la campaña va dirigida principalmente a usuarios de aeropuertos en los países andino-amazónicos, en especial pasajeros, tanto nacionales como extranjeros.
Esta campaña se desarrolla en alianza con USAID, a través del proyecto regional ‘Conservando juntos’, y cuenta con el apoyo de la Unión Europea en el marco de la iniciativa ‘Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques’.
“A través del proyecto Conservando Juntos, WCS en colaboración con USAID fortalecen las capacidades de diversos actores de la sociedad civil para colaborar y liderar proactivamente esfuerzos para conservar la biodiversidad y prevenir delitos ambientales en la Amazonia, este proyecto conecta las áreas urbanas y rurales de la región, promoviendo la conservación de la naturaleza, la sostenibilidad y la legalidad en la Cuenca Amazónica”, comenta Dino Delgado, oficial de proyectos de USAID.
«Hay viajes que marcan vidas» se desarrolla en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, y abarca, en principio, once aeropuertos. Sin embargo, se espera ampliar y llegar a diecisiete o más terminales aéreas de la región. Para el caso de Colombia son tres aeropuertos de la región amazónica los que se suman a esta iniciativa: El aeropuerto Alfredo Vásquez Cobo de la ciudad de Leticia en el departamento de Amazonas y los aeropuertos Tres de Mayo de Puerto Asís, y Cananguchal de Villagarzón en el departamento de Putumayo. Estas terminales aéreas, además de estar ubicadas en zonas con una gran biodiversidad, se constituyen en puntos críticos para el tráfico ilegal de fauna silvestre, por lo cual WCS trabaja en colaboración con la Aeronáutica Civil de Colombia, los equipos de seguridad de los aeropuertos y autoridades como Corpoamazonia y la Policía Nacional, con el fin de fortalecer sus capacidades para la detección, el control y la prevención del tráfico de animales silvestres…
Imagen: x@WCSColombia