Brasil revoluciona 27 grandes aeropuertos con una inversión de 8.500 millones de reales (2.970 millones de euros) ante la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 y los JJOO de 2016. También invertirá 7.300 millones en 270 aeródromos regionales.
São Paulo, la puerta de entrada al gigante latinoamericano, ampliará su capacidad hasta 48 millones de pasajeros al año. ¿Una burbuja de infraestructuras? El Gobierno brasileño se ha tomado en serio el desarrollo de las infraestructuras necesarias para acoger los dos principales eventos globales, el Mundial del año que viene y los Juegos Olímpicos de 2016.
La primera piedra del plan es habilitar los principales aeropuertos para dar acogida a los millones de personas que acudirán a los eventos. Los aeropuertos son la principal infraestructura de transporte en Brasil por las grandes distancias y la orografía. Por eso, el Gobierno tiene un claro objetivo: aumentar un 41% la capacidad de los principales aeródromos del país. Para ello, y entre otras medidas, el año pasado privatizó la gestión de los aeropuertos de Viracopos, Brasilia, Saõ Gonçalo do Amarante y São Paulo Guarulhos. Pese a que algunos ciudadanos arrojan dudas sobre la enormidad del proyecto y la posible burbuja de infraestructuras que se pueda crear (como ha ocurrido habitualmente en los países que acogen eventos globales), las concesionarias son más optimistas y se agarran a sus planes de negocio.
Tal es el caso de Inverpar, que tiene el control de São Paulo Guarulhos, el mayor aeropuerto de Latinoamérica. Inverpar ha invertido 3.200 millones de reales (1.120 millones de euros) para construir una nueva terminal (T3) en Guarulhos. El objetivo es pasar de 32,8 millones de pasajeros del año pasado a 42 millones para la Copa del Mundo de la Fifa de 2014. Hacia el final de la concesión a veinte años, pretende acoger a 58 millones de personas cada ejercicio. Las gigantescas obras ya están al 35% de ejecución y se ha desembolsado un 40% del capital. Los trabajos se desarrollan 24 horas al día a un ritmo enloquecido para terminar antes de abril del año que viene.
La alemana Siemens se ha encargado de la tecnología energética y la construcción corre a cargo del grupo OAS. La Terminal 3 tendrá una superficie de 192.000 metros cuadrados y capacidad para 12 millones de pasajeros al año. Centrada en vuelos internacionales, contará con 22 posiciones de embarque directo al edificio y 32 posiciones remotas. La entrada y salida de Guarulhos provoca unos densos atascos por la escasez de transporte público que el Estado paulista quiere atajar cuanto antes. De momento, el aeropuerto cuenta con un sistema de autobuses rudimentario, pero los planes incluyen la construcción de una línea de ferrocarril que una Guarulhos con São Paulo, la denominada Linea 13. La concesionaria también ha diseñado un transporte interno para conectar las terminales entre sí.
