Willie Walsh es el máximo ejecutivo de IAG, la compañía que controla Iberia, Vueling, Aer Lingus y British Airways. En su condición de tal, ha luchado denodadamente para que el Gobierno británico diera el visto bueno a la construcción de una tercera pista en Heathrow, aeropuerto londinense que está operando al 98 por ciento de su capacidad y que es la base principal de British Airways. Tras su batalla, compartida por mucha otra gente, consiguió finalmente la luz verde. Habrá tercera pista en Heathrow, pese a la oposición de mucha gente.
Una vez conseguido el aprobado, es el momento de ver los detalles. Y es entonces cuando Walsh descubrió que el proyecto presentado por la dirección del aeropuerto contempla derribar la sede de British Airways, donde está el despacho de trabajo de Walsh. "Nunca hemos sido informados o advertidos por Heathrow de que iban a derribar nuestra sede", dijo en unas declaraciones al diario The Guardian.
No se crean que se trata de una sede antigua, que ya merecía ser reemplazada. No, es un edificio de 200 millones de libras inaugurado en 1998, recuperando terrenos contaminados, en un lugar llamado Waterside.
Cuando se publicó el informe de la comisión del aeropuerto và un mapa y pensé que eso está muy cerca de nuestra oficina. Entonces descubrà que en realidad la pista pasa por nuestra sede".
Desde el punto de vista financiero, por un lado British Airways será indemnizada por la compra de su sede pero por otro lado, como titular del 50 por ciento de los slots del aeropuerto, tendrá que pagar por esa indemnización, además de por todos los otros edificios afectados. Según ha confirmado la compañía, BA tendrá que pagar el 56 por ciento del coste de expropiarse el edificio para construir la tercera pista.
"Al final "“dice el responsable de IAG"“ tendremos que pagar por la destrucción de nuestra propia sede", lo cual ciertamente es bastante inusual…