Como un escenario totalmente adverso califican en LATAM el panorama que vive la industria aérea en la región durante el primer trimestre 2019 y la perspectiva para el resto del año. La caída de la demanda argentina, la devaluación de las monedas locales y una situación macroeconómica regional estable golpean con fuerzas las finanzas de la mayor línea aérea latinoamericana limitando los beneficios generados a través la reducción de costos y medidas pro-eficiencia.
En el primer trimestre 2019 (1Q2019), LATAM pierde US$60 millones en comparación con los US$92,2 millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior. El resultado operacional en los primeros tres meses alcanza los US$82,1 millones con un margen de 3,3% atribuido principalmente a la caída de los yields. Los ingresos de la compañía disminuyen en este periodo en un 7,5% en el periodo interanual con el primer trimestre 2018 a US$2.525,3 millones.
La caída en los ingresos está impactada fuertemente por la baja demanda desde Argentina, uno de los principales mercados emisores, la devaluación de las monedas locales especialmente el peso argentino, el real brasilero y el peso chileno, una disminución en los ingresos en los negocios de pasajeros y carga. En pasajeros, los ingresos caen 6,5%, mientras que en carga en 10,9% debido a que las depreciaciones de monedas locales provocan menores niveles de importaciones.
Desde LATAM destacan que “el primer trimestre 2019 presentó condiciones de mercado más desafiantes que lo inicialmente anticipado. La demanda por viajes internacionales en Argentina se deterioró como consecuencia de la depreciación del peso argentino, mientras continuamos viendo una sobrecapacidad en rutas internacionales desde y hacia Brasil”. La compañía atribuye una mayor presión en las monedas locales frente al dólar en Brasil, Chile y Colombia. “Como resultado, los ingresos por ASK disminuyeron 12,3%, los yields disminuyeron 11,1% y el factor de ocupación disminuyó 1,1 puntos porcentuales”.
Como consecuencia, la mayor línea aérea de América Latina está inmersa en un proceso de revisión de su expansión en el cual destaca el cierre de una cantidad importante de rutas desde Argentina y algunas internacionales que están siendo alimentadas desde ese mercado y Brasil. Entre los tramos suspendidos están Santiago – Tucumán, Sao Paulo (GRU) – Tucumán, Río de Janeiro (GIG) – Miami, Sao Paulo (GRU) – Rosario, Santiago – Rosario, Bogotá – Aruba, Bogotá – Cancún, Sao Paulo (GRU) – Roma.
Si bien no se mencionan, también están en “el observatorio” algunas rutas nuevas inauguradas en los años inmediatamente anteriores y que hasta la fecha no se han consolidado, principalmente atribuido a la coyuntura regional. Tal es el caso de Las Vegas que, por el momento no se abriría, la suspensión indefinida de Sao Paulo (GRU) – Múnich (que contrasta con el ingreso de Lufthansa) y el retraso del vuelo Lima – Montego Bay de julio a diciembre.
Por ahora, en LATAM no hablan de nuevos recortes en más servicios, pero sí indican que constantemente están revisando el comportamiento de las rutas para identificar oportunidades de mercado. En ese contexto, enfatizan que su modelo de negocios proporciona la flexibilidad adecuada para realizar ajustes que, incluyen la apertura de nuevos servicios en aquellos mercados con mejores perspectivas. Un ejemplo de ello, es la futura operación desde Brasilia aprovechando los espacios dejados por Avianca Brasil, los beneficios en la adquisición de combustible y la existencia de una oportunidad en términos de demanda.
Respecto al futuro más inmediato, en la compañía sugieren que podría haber algunas oportunidades en rutas desde Brasil hacia Norteamérica y vuelos dentro de Brasil, todo asociado al vacío dejado por Avianca Brasil. Por lo mismo, prevé la incorporación de material de vuelo adicional en el mayor país de la región.
A pesar de la volatilidad en la región, los mercados domésticos en países de habla hispana continúan ofreciendo atractivas oportunidades de crecimiento. Para ello, la compañía expresa confianza en su modelo de negocios y nueva estructura tarifaria para competir con el segmento de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés), cuyos resultados se reflejan en una mayor cantidad de pasajeros transportados y el aumento de ingresos en servicios complementarios (ancilliaries). “El plan de expansión anunciado para la segunda mitad del año 2019 en Colombia y el mejoramiento de la conectividad de LATAM Airlines Perú́, especialmente desde Lima, son ejemplos del crecimiento potencial que la compañía ha identificado en estos mercados”…