La ex presidenta de EMBRATUR y referente en planificación de marketing turístico, Jeanine Pires, comparte sus ideas acerca del nuevo escenario del turismo luego de la crisis del coronavirus COVID-19. «La única certeza es que ya no seremos más el mismo negocio, y que, probablemente las respuestas a nuestras actuales preguntas aún estén en plena mutación. Pero sigamos adelante, pensando ahora y reevaluando continuamente, así, pienso sobre cinco temas en los que podemos comenzar a intercambiar ideas».
Si se pronosticaba una previsión de crecimiento del turismo global entre 3% y 4% en 2020, ya se puede estimar una caída entre el 20% y el 30% en los viajes y una pérdida de US$ 300.000 a US$ 450.000 millones en los gastos de viajeros internacionales.
Ahora es el momento de poner el bienestar de las personas en primer lugar, no hay dudas con relación a esta responsabilidad, que es global. En el caso de la industria de viajes y turismo, una de las más afectadas por la pandemia, sabemos que esta está pasando por un escenario totalmente inédito y sin precedentes; simplemente las personas dejaron de moverse.
Desde los desplazamientos más simples, dentro de las ciudades, hasta los largos viajes internacionales, todos están en casa protegiéndose y evitando la ampliación del contagio.
Aunque sea muy pronto para cualquier conclusión, y aún estemos todos evaluando e intentando entender lo que ocurre y cuáles serán los nuevos horizontes, ya podemos computar un enorme perjuicio en el sector, desde pequeñas empresas a grandes emprendimientos.
Solo las empresas aéreas ya están proyectando pérdidas por US$ 252.000 millones en 2020. Según la IATA son US$ 39.000 millones en pasajes comprados y no volados que son de responsabilidad de las compañías.
Si existía una previsión de crecimiento del turismo global entre 3% y 4% en 2020, ya se puede estimar una caída entre el 20% y el 30% en los viajes y una pérdida de US$ 300.000 a US$ 450.000 millones en los gastos de viajeros internacionales, según la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Puede llevar de 5 a 7 años recuperar las pérdidas de 2020 según la OMT. Solo para tener una idea, en 2009, con la crisis económica global, las llegadas de turistas internacionales cayeron 4% y durante el SARS, la caída fue de solo 0,4% en 2003.
Aquí en Brasil, según la Asociación Brasileña de Empresas Aéreas (ABEAR), en la semana del 23 de marzo de este año las empresas asociadas ya presentaron una reducción del 75% en la demanda nacional y del 95% en la internacional con relación a igual periodo de 2019.
Aún tratándose de una crisis inédita y un panorama nebuloso, pienso que es importante que intercambiemos ideas y proyectemos futuros escenarios; no intentando imaginar, sino buscando testear cuáles transformaciones podrían ocurrir en nuestra industria.
Primeras respuestas
La única certeza es que ya no seremos más el mismo negocio, y que, probablemente las respuestas a nuestras actuales preguntas aún estén en plena mutación. Pero sigamos adelante, pensar ahora y reevaluando continuamente, así, pienso sobre cinco temas que podemos comenzar a intercambiar ideas:
1. Seguridad. Como ocurrió después del 11 de septiembre, muchas nuevas medidas de restricciones y seguridad sanitaria deberán pasar a formar parte de lo cotidiano de los viajes. Siendo la seguridad una preocupación de viajeros y de autoridades de frontera, todos tratarán de viajar con protección y evitar posibles contagios.
Teniendo a la seguridad como prioridad, el desafío de autoridades y de empresarios será garantizar que las medidas de protección se tomen sin perjudicar los desplazamientos, ahorrando tiempo y garantizando el libre tránsito de las personas.
2. Viajes domésticos. Dependiendo de cómo la pandemia evolucione en cada país y continente, y también como son los diferentes hábitos y formas de viajar en cada país y cultura, podemos presenciar en un primer momento el predominio de los viajes domésticos.
En sus países las personas tienen más información, se sienten más seguras y así tienen más comodidad para hacer desplazamientos por negocios y placer. Supongo que el reinicio de los viajes internacionales cambiará mucho de acuerdo con el país, su realidad, con la progresiva oferta de vuelos y la situación de toda la cadena del sector de viajes y turismo local.
Como el turismo es una actividad que ha demostrado a lo largo de décadas una gran capacidad de recuperación, observaremos cómo será el comportamiento del consumidor a fines de 2020 y en los periodos de alta temporada de cada continente para entender el paso del reinicio paulatino de la actividad.
3. Diálogo público-privado. Necesidad urgente de diálogo entre autoridades públicas y empresarios para minimizar impactos y garantizar la supervivencia de empresas, empleos y la recuperación de un sector que es responsable por 1 de cada 10 empleos en el planeta. Dependiendo del tamaño de la empresa, de la duración (imprevisible todavía) de la crisis y de las paralizaciones de los viajes, y del segmento de actuación, se necesitan medidas que puedan monitorear a diario el escenario y que, objetivamente, ayuden y apoyen a las empresas para el mantenimiento de empleos y el enfrentamiento de la crisis. Diversas entidades mundiales y nacionales ya divulgaron recomendaciones y guías que ayudan a entender a los tipos de medidas que podrán ser tomadas…