Más allá de Los derrumbes en la vía Bogotá – Villavicencio y de la minga indígena de comienzos de año, que afectó el tránsito hacia Pasto y Popayán, la industria aérea local tiene razones para hacer cuentas alegres. Colombia vive un nuevo boom en el mercado aéreo nacional por cuenta de la feroz batalla de tarifas entre aerolíneas y una expansión del turismo y los vuelos de negocios.
El mercado aéreo nacional crece tanto que en algunos trayectos ya supera en pasajeros al transporte terrestre intermunicipal. Es el caso del trayecto Bogotá-Medellín, considerado por la industria aérea la ruta ‘dorada’ debido al creciente flujo de viajeros. Cada día salen del aeropuerto El Dorado de Bogotá unos 55 vuelos de varias aerolíneas con entre 15.000 y 20.000 pasajeros. Por carretera, de 40 a 45 buses intermunicipales cubren esta ruta desde la Terminal de Transporte.
Esta tendencia apareció en los últimos años, alimentada por los viajes corporativos y turísticos. Según el portal especializado OAG, la ruta entre Bogotá y Medellín es la número 37 en el mundo en movilización de pasajeros por vía aérea. “Superó hace poco a Lima-Cusco (47) y se acerca al trayecto São Paulo-Río de Janeiro (27)”, le dijo a SEMANA el CEO de Viva Air Colombia, Félix Antelo.
Según ese ranking, se mueven más pasajeros al día en esa ruta que entre Ciudad de México y Monterrey, que ocupa el puesto 41. Eso sí, hay que aclarar que la autopista entre el Distrito Federal y la ciudad más industrial de ese país no se puede comparar en calidad y número de carriles frente a la vía Bogotá-Medellín. También tienen movimientos interesantes en el mercado aéreo local las rutas Bogotá-Cali, ubicada en el puesto 64 de la clasificación mundial, y la de Bogotá-Cartagena, en el 76.
En otras palabras, en las regiones los colombianos se bajan del bus para subir al avión. Pero ese cambio cultural y de tendencia solo despega cuando se reduce drásticamente la diferencia de precio entre un tiquete de bus y un pasaje de avión. “Si usted compra con tiempo un pasaje aéreo entre estas dos capitales le puede salir a 50.000 o 60.000 pesos”, dijo Antelo.
Eso significa que la competencia entre aerolíneas y las mayores eficiencias empresariales en el sector aéreo acabaron con esa diferencia. En este sentido, los nuevos aviones que libran esta guerra por el pasajero son más modernos, lo que se traduce en una reducción en el consumo de combustible de un 12 por ciento, menor costo por mantenimiento (10 por ciento) sin contar que las tripulaciones contratadas para estos vuelos no reciben todos los beneficios de sus compañeros de rutas internacionales o con más años en las aerolíneas.
Así mismo, los aviones nuevos permiten volar más tiempo al día. Hasta hace un par de años se mantenían en los cielos de Colombia unas 10 horas, ahora lo hacen por 12 horas.
Los operadores
Con un mercado local con tanto movimiento y actividad, varias aerolíneas diseñan planes ambiciosos para apoderarse de parte del lucrativo pastel. Entre enero y mayo de este año el negocio aéreo local creció un 10 por ciento en movimiento de pasajeros, mientras que rutas como Bogotá-Medellín y Bogotá -Cali lo hicieron cerca de un 14 por ciento. “Esto se explica por una combinación de factores como los cierres viales o las protestas. Pero también porque las ciudades diversifican sus economías y el turismo aumenta”, cuenta el presidente de Latam, Santiago Álvarez.
Las aerolíneas explican que atractivos turísticos como Guatapé en Antioquia, y Calima en el Valle del Cauca, generan nuevas oportunidades que se materializan en sillas de avión ocupadas. Álvarez reconoce que hay mucha competencia en esas rutas, lo que hace que los precios tiendan a bajar.
Además hay mucho espacio para seguir creciendo. Según estadísticas de Viva Air, a pesar de los buenos vientos de los últimos años, el país está lejos de Estados Unidos y Europa, en donde cada ciudadano viaja en promedio 2 o 3 veces al año. En Colombia, Perú o Brasil este indicador está en 0,5 viajes por persona.
Hay tanto potencial que algunas aerolíneas están entrando con nuevas marcas y propuestas para no quedarse fuera de la fiesta. Es el caso de Regional Express de Avianca, que busca capturar buena parte de esos vuelos entre ciudades. Hasta hace unos años los vuelos regionales fungían como alimentadores de las rutas internacionales, que en teoría eran más rentables. Ahora, el negocio cambió y por eso las apuestas tipo Regional Express.
“Esta aerolínea nació para satisfacer una demanda creciente de conectar las regiones y complementar un servicio existente, como el de Avianca”, dijo Julián Laverde, CEO de Regional Express. No se trata de canibalizar el mercado local al operar las mismas rutas de Avianca, sino de cubrir rutas como Cali-Tumaco; Cali-Pasto o Bogotá-Tumaco o Bogotá-Quibdó, por citar solo un par de ejemplos.
La compañía en el corto plazo aspira a capitalizar la ubicación del aeropuerto Enrique Olaya Herrera de Medellín, explica Laverde. Por eso ya solicitaron 8 rutas desde este aeropuerto hacia ciudades como Bucaramanga, Corozal, Manizales, Apartadó, Quibdó, Armenia, Pereira y Montería, y esperan la aprobación de la Aerocivil en septiembre. Pero no tienen previsto un servicio Bogotá-Olaya Herrera en Regional Express para no afectar las frecuencias de Avianca entre estas ciudades…