Cuando se trata de vacaciones, los europeos y los estadounidenses están separados por algo más que el Océano Atlántico.
Una de las cosas que los separa, además de las diferencia en los días de vacaciones que se toman, es la respuesta que han adoptado las aerolíneas en ambos lados para sobrevivir ante el aumento de las compañías de bajo costo.
Una vez que decides irte de vacaciones, llegar hasta el lugar elegido es la mitad de la diversión, o de la batalla, según como se mire.
El sector de bajo costo supone ya el 40% del tráfico aéreo europeo.
Esto ha tenido consecuencias para la vieja guardia de las aerolíneas, muchas de las cuales son vistas como aerolíneas de bandera en sus territorios originarios.
En Londres, por ejemplo, los pasajeros del metro están acostumbrados a ver anuncios de vuelos baratos de British Airways, decidida a pelear contra sus rivales del sector del bajo costo.
Para muchos en este sector, especialmente en Europa, este tipo de guerra de precios es inevitable.
Algunas aerolíneas están intentando un modelo «hÃbrido», que busca igualar a las aerolíneas de bajo costo en precios sin ir tan lejos como para cambiar todos los servicios que ofrecen en vuelo.
Tarifas «ligeras»
Una de ellas es Icelandair. Esta aerolínea ocupa el 2% del mercado del Atlántico Norte, con vuelos que conectan Estados Unidos con ciudades europeas a través de su centro en Reykjavik…