La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha publicado su primer análisis sobre el impacto del brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19) en la industria de aerolíneas. Asia-Pacífico verá reducida la demanda de pasajeros anual en un 13%. Frente al 4,8% de crecimiento pronosticado, las aerolíneas de la región experimentarán una contracción del 8,2% interanual, lo que se traduce en una pérdida de ingresos por valor de 27.800 millones de dólares para las aerolíneas de la región, soportada en su mayoría por las compañías aéreas chinas, con 12.800 millones de dólares de pérdidas tan solo en el mercado doméstico.
Respecto a las aerolíneas de las demás regiones, la pérdida alcanzará los 1.500 millones de dólares, derivada de la caída de la demanda de las rutas chinas. En total, la pérdida global se eleva a 29.300 millones de dólares (un 5% menos de ingresos procedentes de los pasajeros aéreos respecto al pronóstico de diciembre de IATA), lo que representa un impacto del 4,7% a la demanda global y una caída del 0,6% en los RPK globales en 2020, respecto al 4,1% de crecimiento pronosticado por IATA en diciembre.
El nuevo pronóstico se basa en un contexto donde el COVID-19 está teniendo el mismo impacto sobre la demanda como el que tuvo el SARS, en forma de V, caracterizado por un periodo de seis meses de gran declive seguido de un periodo similar de recuperación. En 2003, el SARS fue responsable de la caída del 5,1% de los RPK en Asia Pacífico.
Se prevé que el impacto estimado del brote de COVID-19 afecte principalmente al sistema de emergencia de salud pública china. En caso de expansión hacia los mercados con Asia Pacífico, también aumentará el impacto para las aerolíneas de otras regiones.
Aún es prematuro prever cómo se traducirá esta pérdida de ingresos en la rentabilidad global. Tampoco sabemos exactamente cómo se desarrollará el brote y si se comportará como el SARS o no. Los Gobiernos aplicarán medidas fiscales y monetarias para paliar el impacto sobre la economía. Existe cierto alivio con el abaratamiento de los precios del combustible para algunas aerolíneas, dependiendo de las coberturas que tengan.
“La industria global de transporte aéreo atraviesa un momento difícil. Ahora la máxima prioridad es detener la propagación del virus. Las aerolíneas están actuando según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades de salud pública para mantener la seguridad de los pasajeros, el mundo conectado y el virus contenido. La fuerte caída de la demanda como resultado del COVID-19 tendrá un impacto severo en las aerolíneas, en especial en aquellas relacionadas con el mercado chino.
Estimamos una caída del tráfico global del 4,7% debido al virus, superior al crecimiento previsto, que será responsable de la primera caída global de la demanda desde la crisis financiera global de 2008-2009, una caída que se traduciría en una pérdida de ingresos de 29.300 millones de dólares. Las aerolíneas están tratando de recortar la capacidad y, en algunos casos, hasta rutas. Los costes más bajos del combustible ayudarán a compensar parte de estas pérdidas. Este será un año difícil para la industria”, dijo Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.
Papel de los Gobiernos
Los Gobiernos tienen un papel muy importante en esta crisis:
• Operaciones: Las aerolíneas han desarrollado estándares y mejores prácticas vinculadas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) para gestionar de manera efectiva y eficiente las emergencias de salud pública. Las aerolíneas dependen, asimismo, de la adhesión de los Gobiernos al RSI y armonizar, así, las medidas globales para conseguir contener el brote de manera efectiva. “Hemos aprendido mucho de otros casos similares. Y eso se refleja en el RSI. Los Gobiernos también deben actuar de acuerdo al RSI en todo momento”, dijo De Juniac.
• Liderazgo: También es importante que los gobiernos asuman el liderazgo para apuntalar sus economías. El Gobierno de Singapur, por ejemplo, ha destinado 112 millones de dólares de Singapur para ayudar a financiar el esfuerzo de las aerolíneas que intentan mantener la conectividad. “Las aerolíneas y los Gobiernos se han unido en esta causa. Estamos ante una emergencia de salud pública y debemos intentarlo todo para evitar que se convierta en una crisis económica. El alivio de los costes del aeropuerto ayudará a mantener la tan vital conectividad aérea. Otros Gobiernos deberían tomar buena nota y actuar con celeridad”, dijo De Juniac.
Recomendaciones para los viajeros
La OMS no ha pedido que se restrinjan los viajes o el comercio. De hecho, el transporte aéreo juega un papel muy importante ahora, como para trasladar al personal médico y los suministros donde se necesiten.
La OMS ha publicado una extensa guía con recomendaciones para los viajeros en su sitio web. Los pasajeros deben estar seguros de que el aire que respiran en cabina está filtrado, que los aviones se limpian de acuerdo a los estándares globales, que los aeropuertos principales han implementado controles de temperatura para los viajeros y que el personal y tripulación de las aerolíneas están capacitados para actuar ante el poco probable supuesto de que un pasajero presente síntomas de infección.
“Si usted está enfermo, no viaje. Si tiene síntomas similares a los de la gripe, use una máscara y consulte a un médico. Y cuando viaje, lávese las manos con frecuencia y no se toque la cara. Observando estas sencillas medidas, volar es seguro para todos”, dijo el Dr. David Powell, asesor médico de IATA.