La apertura de la ruta aérea comercial directa de Estados Unidos a Cuba que comenzará esta semana es una contribución a la mejora de las relaciones bilaterales, dijeron funcionarios cubanos que garantizaron que la isla cumple todos los requisitos de seguridad aeronáutica.
«Esto (el primer viaje regular) constituye un paso positivo y una contribución concreta al proceso de mejora de relaciones entre ambos países», comentó el lunes a periodistas el viceministro de Transporte Eduardo Rodríguez.
Un avión de línea JetBlue aterrizará el miércoles 31 en la ciudad de Santa Clara -a unos 300 kilómetros de la capital- procedente de Florida y con ello se romperán cinco décadas de interrupción de este tipo de intercambio aéreo que en parte era suplido por vuelos fletados mucho más costosos y con una operación irregular, que comenzaron en a finales de los 70.
Cuba y Estados Unidos relanzaron sus vínculos diplomáticos en diciembre de 2014 de camino a una normalización total de los nexos interrumpidos en los años 60, cuando Washington impuso sanciones a la isla presionando por un cambio de sistema político, entre ellas la limitación de los viajes de sus ciudadanos y residentes a la nación caribeña.
El presidente Barack Obama flexibilizó la política de viajes a Cuba pero las leyes generales del embargo permanecen vigentes pues deben ser derogadas por el Congreso norteamericano.
Hasta ahora el gobierno de Estados Unidos sólo autorizó arribos a aeropuertos de provincia como Santa Clara, Holguín y Cienfuegos pero no a La Habana, explicó por su parte el presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba Alfredo Cordero.
Al de JetBlue le seguirá otro vuelo de Silver Airways el 1 de septiembre también a Santa Clara y American Airlines el 7 de ese mes a la ciudad de Holguín, indicó Cordero. Otras empresas comenzarán a volar en el invierno del hemisferio norte…
