Boeing nombró al presidente de la junta, David Calhoun, como director ejecutivo y presidente y señaló en un comunicado de prensa que la compañía necesitaba «restaurar la confianza» y «recomponer las relaciones con los reguladores, los clientes y todas las demás partes interesadas».
La compañía prometió «operar con un compromiso renovado de transparencia total, incluida una comunicación efectiva y proactiva con la FAA (agencia federal de Aviación de Estados Unidos), otros reguladores globales y sus clientes».
El panorama financiero del grupo aeroespacial permanece incierto tras la prohibición de vuelos del MAX en todo el mundo desde marzo, a raíz de dos accidentes mortales protagonizados por ese modelo.
La medida se produce una semana después de que Boeing diera el paso de cerrar temporalmente la producción de este modelo debido a la crisis. La compañía postergó el regreso del avión a los cielos en 2020.
Muilenburg saldrá de la compañía de inmediato, pero Calhoun, un ex ejecutivo de aviación de General, Electric, no asumirá el cargo hasta el 13 de enero de 2020 en cuanto termine con los compromisos existentes, informó Boeing.
Durante ese período, el director Financiero, Greg Smith, ocupará el cargo de director interino…