“No me di cuenta del alcance de liderar una industria masculina siendo mujer hasta que me designaron en este cargo y los títulos de todos los diarios argentinos me pusieron como ‘la primera mujer en hacerse cargo de la aviación civil´”. Con esas palabras, y entre sonrisas, Paola Tamburelli recuerda parte de su trayectoria y su llegada a la dirección de la Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina el 1 de enero de 2020.
Para ella, asumir la responsabilidad de normar, regular y fiscalizar la aviación civil de todo el país siendo mujer “nunca fue un gran desafío”, según contó a DFSUD.com al margen del Foro de la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA) que se realizó a mediados de octubre.
Y es que ya tenía más de 20 años inmersa en la industria, a la que llegó casi que por casualidad tras estudiar Relaciones Internacionales y hacer una práctica no remunerada en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación.
Los desafíos actuales
Hoy, frente al organismo, Tamburelli reconoció que se ha enfrentado a los más grandes desafíos de todos los tiempos, considerando -por un lado- la llegada de la pandemia poco después de asumir el cargo y, además, las presiones políticas y económicas que se viven en la nación sudamericana.
A su juicio, uno de sus focos, es buscar cómo “ponernos de acuerdo en cuáles son las metas que Argentina quiere tener en materia de aviación civil; eso lo venimos logrando con diálogo, sentándonos todos en una misma mesa, buscando consensos”.
“Sabemos que queremos mejorar la infraestructura, sabemos que queremos mejorar la conectividad”, señaló.
En ese sentido, reflexionó: “Necesitamos fomentar la conectividad para fomentar que más empresas sigan viniendo. Trajimos cinco firmas nuevas que no operaban antes de la pandemia, pero necesitamos mejorar la infraestructura para que esta tendencia se pueda seguir desarrollando”.
Su idea es que esas compañías puedan tener más frecuencia, operar nuevas rutas o que los aviones tengan mayor capacidad.
“Hay que garantizarle a las empresas que en Argentina van a tener un mercado con un coeficiente de ocupación que financieramente les va a redituar”, apuntó.
Trayectoria de Tamburelli
“A la ANAC llegué en 2007, poco después de su creación. Pero, desde antes, había estado involucrada con el sector. Dentro del ministerio, estuve viendo todo lo relacionado a acuerdos bilaterales, entre ellos los de transporte aéreo”, contó.
De ahí, relató, pegó el salto de la Cancillería al Ministerio de Transporte, área que posteriormente se convirtió en la ANAC.
“Hubo momentos muy difíciles. Pero siempre fui caminando de manera profesional, tratando de abstraerme de cuestiones políticas”, sinceró.
Tamburelli, nacida en Buenos Aires, viene de una familia de contadores. Pero, desde pequeña -dijo- supo que no quería estar detrás de un escritorio. “No quiero un vínculo con números, sino con seres humanos. Para sorpresa de mi familia, me decidió por estudiar Relaciones Internacionales” y ese fue el punto de partida…