En el mercado de transporte aéreo de pasajeros local, la competencia se vio muy limitada en la última década por la desaparición o fusión de aerolíneas. Eso llevó a una reducción de rutas de cabotaje de mercados más pequeños que no aportan ingresos robustos, porque las principales aerolíneas están muy concentradas en los lucrativos vuelos internacionales. Pero en las rutas internacionales que involucran a ciudades de EE.UU. la competencia se intensifica.
Eso es bueno para los consumidores que buscan más opciones y mejores tarifas. No es tan bueno para las aerolíneas locales que enfrentan creciente competencia de las de origen extranjero.
Al sostener que algunas líneas de afuera tienen ventajas competitivas injustas, aerolíneas con base en EE.UU. hacen lobby para imponer nuevas restricciones a los acuerdos de cielos abiertos, que han permitido incursionar aquà a un abanico de aerolíneas extranjeras, desde la de Emiratos con base en Dubai hasta la de bajos costos Norwegian Air.
Por ejemplo, Emirates, muy apreciada por los viajeros de negocios por sus cabinas premium de lujo, introdujo el servicio sin escalas entre Nueva York y Dubai en 2004 y desde entonces agregó ocho ciudades estadounidenses más.
En el otro extremo de la escala, Norwegian Air, la tercera aerolínea de bajos costos de Europa, vuela desde y hacia Nueva York, Los Angeles, Orlando, Fort Lauderdale y Oakland. La aerolínea planea expandirse con su flota de nuevos aviones Boeing 787 Dreamliner.
Hay muchos ejemplos de líneas extranjeras que se apoderan de parte del mercado internacional, por encima de aquellos que operan en alianzas formales y asociaciones con las compañías locales.
Las tres aerolíneas locales más grandes que tienen extensas redes y alianzas con socios internacionales son American Airlines, United Airlines y Delta Air Lines. No está claro hasta dónde pueden llegar en la búsqueda de nuevas restricciones para aerolíneas extranjeras, a las que acusan de representar una competencia injusta, en violación de los criterios de cielos abiertos, algo que Emirates y otros transportadores extranjeros niegan.
Según la cámara empresaria Airlines for America, "aerolíneas estadounidenses compiten cada vez más con extranjeras que están sujetas a medios impositivos, regulatorios y de infraestructura más favorable". La declaración agrega: "a diferencia de las extranjeras, las aerolíneas de EE.UU. atienden comunidades pequeñas, rurales y no centrales de todo el país. Las operaciones internacionales más rentables les permiten ofrecer servicios a mercados pequeños y rurales menos rentable".
Hay resistencia de consumidores a la iniciativa de las aerolíneas domésticas. Según Kevin Mitchell, presidente de la Coalición de Viajeros por Negocios, las empresas han logrado inmunidad antimonopólica para sus acuerdos de rutas y comercialización que comparten con socios extranjeros. Logrado eso, dijo, las aerolíneas domésticas quieren limitar la competencia.
Este año se oirá mucho más del sector de las aerolíneas estadounidenses y las presiones por la intervención estatal respecto de las expansiones no deseadas. En los últimos años las aerolíneas locales y sus socios extranjeros se enorgullecieron de lo que llaman "disciplina de capacidad" (mantener en equilibrio oferta y demanda)…