Las aerolíneas siempre han sido un sector que dan mucho de qué hablar. De hecho, el gran interés que suscitan se pone de manifiesto con la atención que ha recibido el controversial proceso de concurso mercantil de Mexicana desde que se declaró en suspensión de pagos en agosto de 2010.
Cabe destacar que este fenómeno no es exclusivo de México, en muchos países como Argentina, España, Inglaterra e Italia y, por mencionar algunos, hay quienes defienden como tema de interés nacional el tener una aerolínea bandera como Aerolíneas Argentinas, Iberia, British Airways y Alitalia, respectivamente. Sin embargo, fuera de las pasiones que suscitan la aviación, es difícil justificar que los impuestos que pagan los contribuyentes sean utilizados para subsidiar de un medio de transporte por encima de otros usos como la seguridad, salud y educación. En efecto, lo hechos demuestran que lo más eficiente es dejar que sea el sector privado quien suministre este servicio.
El interés por el transporte aéreo de pasajeros queda claro con el número de aerolíneas que han entrado y salido entre 2005 y 2012. De hecho la suspensión de operaciones de ocho aerolíneas en este periodo (Azteca, Aerocalifornia, Avolar, Alma, Aladia, Nova Air, Aviacsa y Grupo Mexicana) evidencia la fuerte competencia que existe en el sector. Por otro lado, en 2006 surgieron tres aerolíneas low cost que se han vuelto jugadores clave en el sector: Volaris, Interjet y Viva Aerobus. De hecho, mientras que en 2007 estas tres aerolíneas transportaron en conjunto a 19% del total de pasajeros transportados por aerolíneas mexicanas, para 2012 esta participación de incrementó al 57% y durante los primeros siete meses de 2013 incrementaron su participación a 61%.
Evidentemente, esta recomposición de la estructura de mercado ha generado sentimientos encontrados debido a que genera ganadores y perdedores, pero desde el punto de vista de la sociedad es deseable que los operadores más eficientes sean los que permanezcan en el mercado porque son quienes pueden proporcionar el servicio con menor costo y mayor calidad.
No es casual que en paralelo con el surgimiento de las aerolíneas de bajo costo, las tarifas aéreas hayan moderado su ritmo de crecimiento debido a que estas empresas hicieron más competitivo al sector, el cual se caracterizaba ser un cuasi-duopolio entre Aeroméxico y Mexicana (inclusive en 1996 se creó a Cintra para agrupar a ambas aerolíneas con el fin de evitar su bancarrota). Efectivamente, el periodo 2005-2013 es el periodo de menor crecimiento en tarifas del que se tiene registro en México. De hecho, el incremento real promedio anual en los precios de transporte aéreo durante 2005-2013 ha sido de -0.6%, lo cual implica que desde la entrada de las aerolíneas de bajo costo ha contribuido a una reducción en el precio real promedio que pagan los consumidores por su boleto de avión.
Con respecto a la evolución del tráfico aéreo, conforme a los datos de la DGAC desde la entrada de las aerolíneas de bajo costo, entre 2006 y 2010 el volumen de pasajeros nacionales ha aumentado en México en una Tasa Anual de Crecimiento Compuesta (TACC) de 4.0% y los de pasajeros internacionales ha aumentado a una TACC de 1.5% de 2006 a 2012…