El apagón global del sistema de reservas que sufrió Delta Air Lines en agosto costó a la compañía 100 millones de dólares (90 millones de euros). El incidente provocó que su beneficio neto se redujera así a 1.260 millones en el tercer trimestre. La aerolínea sufrió además una caída del 6% en los ingresos, hasta los 10.480 millones, tras de registrar un descenso del 4% en la facturación por asiento, que se dobla en el corredor Atlántico.
Delta tardó cinco horas en recuperar el sistema informático central en Atlanta. Pero eso no impidió que los vuelos que se tuvieron que cancelar se fueran amontonando conforme avanzaba la jornada del pasado 8 de agosto…