El aparato McDonnell Douglas ( MD-83) con tripulación española habría caído en la trampa de una tormenta
El avión de la compañía española Swiftair que se estrelló hace una semana en Mali en un vuelo para Air Algérie causando 118 muertos se precipitó en picado, desde una altura de 10.000 metros en 3 minutos. Así se desprende de los registros de los radares de Burkina Faso, último país que tuvo contacto con el vuelo AH 5017 antes de desaparecer.
El aparato McDonnell Douglas ( MD-83) con tripulación española habría caído en la trampa de una tormenta. Los investigadores apuntan a la escasa experiencia de los pilotos en este trayecto considerado de alta dificultad en esta época del año, sostiene Le Figaro. Al parecer hacían esta ruta, entre Uagadugú y Argel desde hacía pocas semanas.
«Cuando un avión se encuentra atrapado en un cumulonimbos (nubes de gran desarrollo vertical, internamente formadas por una columna de aire cálido y húmedo) como ha debido de ser el caso aquÃ, es extremadamente peligroso para el aparato, le puede voltear», ha declarado Gérard Feldzer al diario francés. Este consultor de aeronáutica cree que el piloto pudo encontrarse en esa situación, perder el control con las fuertes turbulencias. «Es suficiente que un avión esté metido 30 segundos en cumulonimbos para que ocurra lo peor», añadió.
Según el general Gilbert Diendéré, coordinador de la célula de crisis en Burkina Faso, «el piloto debió pensar que había podido evitar la tormenta y quiso volver a su ruta inicial por la derecha. Haciendo esta maniobra es cuando se produjo el accidente», opinó.
Feldzer explica que un avión necesita entre 10 y 15 km para girar a esa velocidad y que no tuvo el tiempo porque se encontró el centro de las turbulencias, agitado hacia arriba y abajo. Son maniobras que no se aprenden con los simuladores de aprendizaje, sino con la experiencia. «Me parece increÃble que en 2014 con todos los útiles de los que disponen los pilotos un avión no pueda evitar una tormenta», añade. En medios aeronáuticos se critica también la formación virtual de los pilotos porque en los simuladores no se incluyen las dificultades meteorológicas».
No todos los expertos coinciden. «Para caer a en vertical, a una velocidad de 180 km/h tuvo que haber otro factor que desestabilizara el avión, un elemento más que el mal tiempo», señala el ex comandante Joan Serra, que ha sido entrevistado por varios medios franceses. «Por ahora no sabemos que pudo pasar, hay que esperar a que hablen las cajas negras , no debemos descartar otras pistas, tampoco un atentado», sostiene Serra…
