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El avión de Malaysian Airlines fue secuestrado e investigan a los pilotos

El avión de Malaysia Airlines, que desapareció la madrugada del pasado 8 de marzo con 239 personas a bordo, descendió hasta los 5.000 pies (1.500 metros) de altura para evitar ser detectado por los radares comerciales, por lo que se confirma la hipótesis de un secuestro. Por su parte, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, confirmó el fin de semana que los sistemas de comunicación fueron desconectados deliberadamente, cambiando el rumbo a la aeronave que posteriormente voló durante al menos cinco horas a un destino desconocido, aunque rehusó hablar de secuestro.
El análisis de los datos del avión B777-200 de la aerolínea malasia indicarían que se realizó la maniobra con la intención de desaparecer del mapa de los radares para cambiar el rumbo; según las indagaciones realizadas por el diario singapurés «New Straits Times».

Una vez que se confirmó que se desconectaron los sistemas de comunicación del avión y se desvió la ruta de forma deliberada, las pesquisas policiales se han centrado en los pilotos. Mientras, las autoridades malasias han reorientado la búsqueda del aparato hacia el océano Índico.

El piloto y el copiloto

Este domingo, funcionarios malasios investigan en torno a la hipótesis de que uno o los dos pilotos del avión de Malaysia Airlines estén implicados, dado que sus últimas palabras fueron «Todo bien, buenas noches», sin dar indicios de que ocurriera algo irregular cuando ya uno de los sistemas de comunicación del aparato ya había sido apagado. En concreto, creen que el Sistema de Direccionamiento e Informe para Comunicaciones de la Aeronave (ACARS, por sus siglas en inglés), fue inhabilitado a la 1:07 am.

El último mensaje de «todo Ok» recibido por los controladores aéreos corroboraría la hipótesis de un secueatro, ya que, se ha determinado que, para ese momento, ya se había desconectado uno de los sistemas de comunicación del aparato.
Unos 14 minutos después también fue desconectado el transpondedor que comunica a la nave con los controladores civiles de tránsito aéreo.
Las investigaciones se han enfocado especialmente en el piloto del vuelo MH370, Zaharie Ahmad Shah, quien al parecer, según informa el diario británico The Daily Mail, era un partidario fanático del líder de la oposición de Malasia, Anwar Ibrahim. Refieren que siete horas antes del vuelo, el piloto de 53 años asistió a un juicio en el que Ibrahim fue condenado a cinco años de prisión. Según una información atribuida a fuentes policiales, Shah era un activista polí­tico y podría haber secuestrado él mismo el avión en señal de protesta por esa sentencia.
Mientras las autoridades examinan un simulador de vuelo de fabricación casera que fue decomisado en la casa del piloto, en un exclusivo barrio de Kuala Lumpur. También analizan dos ordenadores portátiles encontrados en al vivienda.
Agentes del FBI sostienen que la desaparición del vuelo MH370 pudo haber sido «un acto pirata», por lo que no descartan la posibilidad de que las personas que iban a bordo se encuentren detenidas en algún lugar desconocido. La policía de Malasia, en colaboración con expertos de la agencia de inteligencia estadounidense, está investigando los antecedentes polí­ticos y religiosos del piloto y del copiloto.
No obstante, las averigiaciones también abarcan a los otros 10 miembros de la tripulación, todos malasios, y a los 229 pasajeros de 14 nacionalidades.
Los dos primeros sospehosos, los pasajeros que viajaban con pasaportes italiano y austríaco robados en Tailandia, resultaron ser dos iraníes que iniciaron en Malasia su travesía para emigrar a Europa.

Se amplía el perímetro de búsqueda

El primer ministro de Malasia, Najib Razak, ratificó que no hay dudas de que el vuelo MH370 fue desviado deliberadamente después de que alguien a bordo desconectara el sistema de comunicación. Fuentes han asegurado al diario británico The Guardian que quien se despidió de la torre de control con un «todo ok. buenas noches», cuya voz aún no han logrado identificar si se trata del piloto o el copiloto, sabía que los sistemas de comunicación se habían desconectados.
El ministro de Defensa y ministro en funciones de Transporte de Malasia, Hishammuddin Hussein, ha explicado que el avión desaparecido pudo volar en zig-zag con la intención de burlar los radares.

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