Los argentinos votaron el domingo en una inédita segunda vuelta presidencial que se decidió la profundidad y ritmo de cambios a un modelo económico de fuerte intervención estatal herido por la falta de divisas.
Impulsado por el cansancio de muchos argentinos al estilo beligerante del oficialismo de centroizquierda, el opositor Mauricio Macri, un ex empresario de centroderecha que gobierna la capital Buenos Aires, era el favorito para obtener las riendas de la tercera mayor economía de Latinoamérica. Los resultados provisorios lo daban ganador.
Estas son algunas de sus propuestas:
* Mantener YPF y Aerolíneas Argentinas bajo control estatal, aunque cambiarían sus directivos, y también los subsidios a la pobreza.
* Reducir a un dígito la inflación en un plazo de dos años y generar un recorte en el déficit fiscal.
* Levantar de inmediato las restricciones para comprar divisas en el mercado cambiario y permitir el envío al exterior de utilidades de empresas foráneas.
* Abrir las importaciones.
* Establecer reglas claras para atraer y dar estabilidad a inversiones extranjeras en sectores productivos.
* Negociar un acuerdo con los tenedores de bonos «holdouts» para mejorar las condiciones de acceso al crédito externo.
* Eliminar el impuesto a las ganancias para aquellos que no eran alcanzados por el tributo en el 2007…