El jefe de una asociación profesional que representa a casi 300 de las mayores aerolíneas del mundo calificó al callejón sin salida que amenaza con dejar varados en tierra a los aviones después del brexit como poco profesional y agregó que demuestra desdén por los pasajeros que compraron pasajes de buena fe.
Un acuerdo que elimine el riesgo de interrupción de los vuelos cuando el Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo debe cerrarse en cuestión de semanas o las reservas de pasajes comenzarán a sufrir, dijo el máximo ejecutivo de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), Alexandre de Juniac, en una entrevista.
Aunque los pasajes para el período inmediatamente posterior al brexit –que coincide con el inicio de la temporada veraniega del sector aéreo– están disponibles hace meses, el principal aumento de las ventas debería estar por comenzar, dijo De Juniac el martes en la sede europea de Bloomberg en Londres.
“La venta masiva es ahora, con seis meses de anticipación”, dijo. “Todos piensan que habrá una solución y, por lo tanto, no han desistido de comprar un pasaje. Pero cuanto más nos acercamos a abril, más inciertas son las cosas y mayor será el impacto”.
La IATA afirmó el año pasado que en la práctica, las aerolíneas tienen plazo hasta octubre para contar con medidas concretas que garanticen la continuación de los servicios luego del brexit. En cambio, el Reino Unido publicó el lunes pautas de aviación para un divorcio sin acuerdo que destacan el riesgo de interrupción de los vuelos por una posible negativa de la UE de extender tanto los derechos de tránsito como las aprobaciones técnicas de aviones y repuestos.
La IATA, que representa alrededor de 290 aerolíneas que abarcan más del 80 por ciento del tránsito mundial, explicitará sus inquietudes si no se hace algo pronto, dijo De Juniac a Bloomberg. La idea de que el problema de una interrupción de los vuelos podría abordarse a último momento, cerca de la fecha límite del brexit, no tiene sentido, agregó.
“Es una locura”, dijo el ex jefe del Grupo Air France-KLM. “Pensar que podrían negociarse tales cuestiones técnicas sobre la hora, un asunto tan delicado como la aviación, con los problemas de seguridad que entraña, es totalmente poco profesional, arriesgado e irrespetuoso con los pasajeros que para entonces habrán comprado sus pasajes”.