«Les recordamos que está prohibido el uso de dispositivos electrónicos durante el despegue y el aterrizaje». Esta frase, tan habitual en los trayectos aéreos, tiene los días contados. La Administración Federal de Aviación (FAA), la entidad gubernamental que regula la aviación civil en Estados Unidos, ha acordado rebajar los límites sobre la utilización de los aparatos electrónicos a bordo de los aviones. La conclusión que saca el organismo es que el llamado ‘modo avión’ en los equipos electrónicos portátiles, una opción que elimina las frecuencias que producen estos dispositivos, es suficiente para garantizar un despegue y un aterrizaje seguros.
«Así es en teoría», apunta Ariel Shocron, jefe de la vocalía técnica y de seguridad de vuelo de Sepla, «lo que pasa es que hasta ahora la última decisión dependía de la política de cada compañía y la mayoría optaban por prohibir su uso incluso con el ‘modo avión’». La nueva normativa incluye un par de excepciones. Por un lado, los dispositivos deben ser de tamaño limitado -teléfonos móviles, tabletas y libros electrónicos-, quedando prohibido el uso de ordenadores «principalmente por razones de peso ya que, en caso de una deceleración brusca, un ordenador puede golpear a cualquier pasajero». Por el otro, el uso de estos dispositivos queda restringido a cada compañía y, sobre todo, a lo que dictamine la tripulación de cada vuelo en base a las condiciones operacionales existentes». Es decir, en caso de poca visibilidad o de mala meteorología la última palabra la tendrá la tripulación.
Habrá que ver ahora cuánto tarda la Agencia Europea de Seguridad Aérea en dar ese paso, pero lo cierto es que «ha sorprendido el escaso tiempo que ha llevado el realizar el estudio e implementar el levantamiento de las restricciones». De hecho, Shocron sugiere que en todo ello han podido primar las decisiones comerciales ya que «la normativa tiende a ser lo que quiere el pasajero y si el pasajero quiere estar conectado, lo estará». La agencia europea deberá haer su propio estudio de análisis de riesgos basado en su Sistema de Gestión de la Seguridad pero desde el Sepla exigen ya que «lo haga primando la seguridad de los miles de vuelos que operan en Europa cada día».
Cabe preguntarse por qué es tan peligroso y la respuesta es sencilla. Algunos aparatos como los teléfonos, las tabletas e, incluso, los reproductores de CD son emisores y receptores de frecuencias. El problema es que estas frecuencias interfieren en el instrumental del avión, sobre todo en aquellos que basan casi todos sus componentes en sistemas eléctricos. En este sentido, el móvil es un auténtico quebradero de cabeza ya en trayecto, al no haber cobertura, pierde la frecuencia y empieza a buscar respuesta en todas las bandas, generando más interferencias.
Ahora bien, ¿cuáles son los problemas que se registran en cabina cuando el usuario no pone el ‘modo avión’? «Son diferentes fallos y no todos están documentados», señala Shocron. Uno de los errores que se ha logrado documentar es el que afecta a la dirección de la rueda del morro del avión, que es la que lleva la dirección del aparato y con la que el transporte se mueve por las rodaduras de los aeropuertos y por las pistas. Otros fallos asociados a las interferencias se encontrarían en lecturas erróneas en los filtros de los sistemas de aceite, en los sistemas de radio y en el sistema de frenos, por ejemplo. Shocron recuerda un caso: «El año pasado perdimos todos los sistemas de navegación. Sospechamos que era porque había muchos aparatos encendidos, así que lanzamos un mensaje por el altavoz del avión y, claro, había ordenadores, teléfonos, tableta"¦ Todo estaba encendido. Lo normal es que cuando se apaguen el sistema se restablezca», tranquiliza. Como en el despegue y el aterrizaje «es crucial no perder ningún sistema», muchas compañías optaron porque no se encendiera ningún aparato. En cambio, a 3.000 metros de altura «hay un margen de seguridad que nos permite volar sin problemas».
Más allá del ‘modo avión’, los constructores de aviones trabajan en soluciones que tratan de minimizar los riesgos. Las últimas aeronaves llevan los cables blindados para evitar las interferencias y montan una antena que proporcionan al móvil la…