El Sindicato Portugués de la Aviación Civil (SPAC), convocante del paro de 10 días que perturbó la operación de la aerolínea portuguesa TAP, aseguró que luchará por reunir apoyos que sirvan para frenar la privatización de la firma.
En un comunicado, el SPAC hizo también un balance de esta larga paralización de 10 días (del 1 al 10 de mayo) y calculó que en este periodo se cancelaron, de media, cerca del 50 % de los vuelos programados, por debajo del 70 % estimado por la empresa.
De los cerca de 900 pilotos asociados a la SPAC, el 85 % secundaron la huelga, aseguró el sindicato, que el pasado viernes ilustró el impacto del paro apelando a las pérdidas de la aerolínea durante la movilización: al menos 30 millones de euros.
«SPAC y los pilotos llevarán a cabo todas las gestiones necesarias y suficientes para congregar amplios apoyos que se opongan a este opaco y desastroso proceso de privatización», señaló el sindicato, que acusó al Gobierno y a la Administración de TAP de violar los acuerdos del pasado diciembre.
Según este gremio, el Ejecutivo se saltó lo acordado cuando publicó el pliego de condiciones para la privatización donde, según denuncian, se daba la posibilidad de que los nuevos inversores en TAP pudiese rasgar, sin una multa, los acuerdos de empresa, donde se habían blindado puestos y condiciones de trabajo.
«Los ejemplos destructivos de Iberia (España), de Alitalia (Italia) y de Olympic Airways (Grecia) son casos que el SPAC y los pilotos portugueses deben tener muy presentes. Ignorar estos precedentes sería caer en riesgos inaceptables», avisó el SPAC.
Con esta larga e inédita huelga, los pilotos pretender obtener garantías con vistas a la futura venta de la empresa por la que exigen el cumplimiento de un antiguo acuerdo en el que resolvieron quedarse con el control del 20 % de TAP en el caso de privatización…
Imagen: Enos Moura