La emergencia en la que está sumergido el puerto de Acapulco tras las históricas lluvias que azotan a México, saca a flote contrastes entre turistas que escapan en jets privados, otros que batallan para abordar un avión militar y pobladores oportunistas o desesperados que han saqueado comercios.
«Nos corrieron de los hoteles, no nos daban servicio y nos cobraban por las toallas, el jabón y el uso del baño», dijo Viridiana, una joven de 26 años que intentaba el miércoles abordar uno de los aviones que evacúan a turistas desde una base militar cercana a Acapulco, a donde viajó el pasado jueves con 15 familiares desde Ecatepec, Estado de México.
Las inéditas tormentas que aún padece buena parte del país tras el impacto de dos ciclones simultáneos han dejado 80 muertos, afectando particularmente a este puerto sobre el océano Pacífico, donde unos 40 mil turistas quedaron atrapados cuando aludes e inundaciones deshabilitaron las carreteras y el aeropuerto internacional.
Las vías seguirán bloqueadas al menos hasta el viernes y los turistas salen a cuentagotas -hasta ahora unos 5mil- por avión gracias a un puente aéreo que improvisaron las autoridades con vuelos comerciales y militares enviados desde Ciudad de México.
Disipadas las lluvias torrenciales en Acapulco, este miércoles miles de personas estaban al borde de la deshidratación cuando, en la base militar…