Germán Efromovich es un exitoso empresario, cuyo país natal es Bolivia. A temprana edad se fue al Brasil, allí creció y adoptó su nacionalidad y más tarde se hizo colombiano. Actualmente dirige el Grupo Synergy que cuenta con inversiones en hidrocarburos y energía, construcción naval, exploración y explotación de petróleo, firmas de inspecciones técnicas, radioquÃmica, radio-fármacos, agroindustria, hotelería y aviación.
En este último sector está asentado lo más saliente de sus inversiones. Aunque él no lo confiesa así; es prácticamente el propietario de la línea aérea internacional Avianca, la más grande de la región. En contacto con El Día, Efromovich nos describe el desarrollo de sus inversiones y las perspectivas de mercado y negocios de América Latina y su mirada hacia Bolivia.
P. En el contexto regional y global ¿cómo está el sector?
G.E.: El mercado aéreo se recupera del impacto sufrido recientemente por el precio del petróleo, la devaluación de las monedas locales y la pérdida del poder adquisitivo de los viajeros de la región. Producto de esta situación, se vienen regulando las inversiones, al tiempo que se mantienen en alto los proyectos de modernización tecnológica, innovación y optimización del servicio al cliente.
Por fortuna, Europa registra un desempeño positivo derivado de la eliminación de la visa para ciudadanos colombianos y peruanos, lo que ha generado un incremento del 25% en el número de viajeros al viejo continente frente al año anterior.
P. ¿Qué países o mercados son promisorios para la aviación?
G.E.: Según proyecciones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), este año más de la mitad de las ganancias de la industria aérea se generarán en Norteamérica (19.200 millones de dólares). Las aerolíneas ganarán 21,44 dólares por pasajero este año, el mayor beneficio por pasajero de todas las regiones. La fuerte economía estadounidense, la revalorización del dólar, precios más bajos del combustible y la reestructuración de la industria son los principales responsables del buen desempeño en la región. La capacidad crecerá del 3,7% en 2015 al 4,8% en 2016.
P. ¿Cuáles son esas premisas que hacen exitosa a una persona?
G.E.: El éxito generalmente se da tras muchos intentos, e incluye reveses. De allí que hacer empresa y tener éxito, no pueda ser visto como un asunto de suerte, ni un hecho al azar.
Para emprender se requiere visión, convicción y una gran dosis de pasión. Una vez "metidos en gasto", se hace necesario contar con un plan de acción, una fuente clara de recursos financieros, una fuerza laboral que asuma con entereza los riesgos y haga de la innovación un estilo de vida. Todos estos elementos son apenas el punto de partida. Las personas que están al frente del objetivo empresarial deben trabajar con compromiso, entrega y profesionalismo, para que ello se traduzca en productos y servicios de calidad para el cliente, el actor más importante del negocio.
El triunfo verdadero y perdurable vendrá, entonces, en la medida en que unos y otros, actores internos y externos, se hagan partícipes de esta dinámica.
P. Cuando uno triunfa, entiendo que la ambición no se detiene. ¿Qué logros más espera alcanzar?
G.E.: Para mÃ, la ambición no tiene que ver con triunfos, ni con resultados económicos. Considero que mi mayor ambición sigue siendo disfrutar cada día lo que hago. Lo demás viene por añadidura. Para mà hoy en día es un placer -como lo ha sido siempre- poder entregarme de lleno al trabajo, entrar en contacto con la gente que hace posible lo que uno sueña, trabajar hombro a hombro con cientos de hombres y mujeres que encuentran su realización haciendo lo que les gusta. Dormir con la tranquilidad tras el deber cumplido, esa es mi verdadera ambición…