La aerolínea brasileña Gol ha salido oficialmente del proceso de restructuración bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, y lo hace con ambiciones claras: ampliar su flota, sumar nuevas rutas y recuperar el terreno perdido tras los duros años de pandemia. Así lo anunció su CEO, Celso Ferrer, en un comunicado que marca un punto de inflexión para la compañía.
Contexto: turbulencias en la aviación brasileña
Gol se convirtió en 2024 en la segunda aerolínea brasileña —después de LATAM en 2020— en acogerse al Capítulo 11. El motivo: un cóctel complicado de deudas acumuladas, la caída abrupta en el número de pasajeros por el COVID-19 y demoras en la entrega de nuevos aviones. Azul, competidor directo de Gol, siguió el mismo camino legal apenas el mes pasado.
Una posible alianza que sigue en el aire
Aunque Azul atraviesa sus propios desafíos financieros, las negociaciones para una posible alianza con Gol siguen en curso. Ferrer dejó claro que un acuerdo solo se concretará si representa un beneficio tangible en rutas, crecimiento o eficiencia. “Solo sucederá si agrega valor y resultados, si es mejor para todos”, afirmó.
Estas conversaciones están siendo lideradas por el Grupo Abra, que también controla la aerolínea colombiana Avianca y es el principal accionista de Gol. En enero, ambas compañías firmaron un memorando de entendimiento que formaliza el interés en combinar operaciones.
Objetivo: volver a la escala prepandemia para 2026
Con una reserva de efectivo cercana a los 900 millones de dólares y un plan de modernización en marcha, Gol proyecta recuperar su escala operativa previa a la pandemia en los próximos dos años. Parte de la estrategia incluye maximizar la capacidad de asientos sin elevar los costos, en línea con su modelo de bajo costo.
Además de reforzar su presencia en el mercado doméstico brasileño, la aerolínea tiene la mira puesta en rutas internacionales, especialmente en la región…
